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GP de Canadá -En el nombre de Gilles
Maranello, 3 de junio. No hay un nombre que resuma mejor la relación entre Ferrari y Canadá que el de Gilles Villeneuve. Nunca ganó un campeonato del mundo, ni cosechó un gran número de victorias: con los seis Grandes Premios que ganó, Gilles entró a formar parte de la historia del Cavallino Rampante y se hizo un hueco en el corazón de todos los ferraristas del mundo. Su talento, velocidad y coraje al límite de la temeridad, hicieron inmortal a este piloto para el público; en Maranello y en todo el mundo, pero sobre todo en su tierra natal, Canadá, donde se disputa una de las pruebas del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 prácticamente de forma ininterrumpida desde hace más de treinta años.
Por tanto, es completamente lógico que el circuito que alberga el Gran Premio de Canadá desde 1978, situado en la isla de Notre Dame, en Montreal, se llame Gilles Villeneuve. El destino quiso que fuera precisamente él quien conquistara la victoria en el año de su debut, cuando se impuso al volante de un 312 T3: uno puede imaginarse la felicidad de Gilles al ganar su primera carrera de Fórmula 1 justo delante de su público.
Antes de 1978, se habían disputado otras diez ediciones de esta carrera, siendo la primera en 1967. En los primeros cuatro años se alternaron las carreras entre el trazado de Mosport, en Ontario, y el de Mont Tremblant, en Québec. Fue en esta última pista donde, en 1970, la Scuderia ganó por primera vez en Canadá, gracias al bonito doblete logrado por Jacky Ickx y Clay Regazzoni. La sede se mantuvo en Motospot de 1971 a 1977, año en que, siguiendo con el tema de Gilles, el piloto debutó al volante de un Ferrari.
La Scuderia ha ganado esta prueba en once ocasiones. Además de las anteriormente mencionadas, cortesía de Ickx y Villeneuve, subieron hasta lo más alto del podio con la bandera de Maranello Rene Arnoux (1983,) Michele Alboreto (1985,) Jean Alesi (1995) y Michael Schumacher (1997, 1998, 2000, 2002, 2003 y 2004). Particularmente significativa, al menos en el plano emocional, fue la victoria de Alesi, la única en la carrera del francés, lograda un 11 de junio, el día en el que cumplía treinta y un años. Aparte del de 1970, Ferrari consiguió otros tres dobletes: en 1985 cuando Stefan Johansson finalizó segundo tras Alboreto y en 2000 y 2004, cuando Rubens Barrichello cruzó la línea por detrás de Michael Schumacher. Aquella fue la última vez que ganó allí un monoplaza del Cavallino Rampante y desde entonces no ha habido demasiada suerte; solamente una vez más un piloto de Maranello ha logrado subir al podio (Alonso, tercero, en 2010), pese a que el equipo ha sido habitualmente bastante competitivo. El español ganó en Canadá en 2006, pero además del ya mencionado tercer puesto de 2010, no ha podido volver al podio en ninguna de las otras ocho ocasiones en las que ha tomado la salida. Los registros de Massa son aún peores, sin podio en ninguna de sus nueve participaciones.
Después de Mónaco y su Casino, el circo de la Fórmula 1 se traslada a Montreal (que por cierto también cuenta con un Casino en las inmediaciones del circuito semipermanente), si bien es cierto que la ruleta de la fortuna ha girado en sentido contrario para Ferrari. Es de esperar que puedan suceder cosas raras en una carrera sujeta habitualmente a condiciones meteorológicas cambiantes, o a la aparición del Coche de Seguridad; pero el más extraño, rozando el límite de los grotesco, fue el incidente del que fue víctima Kimi Raikkonen en la temporada 2008, cuando fue golpeado por Lewis Hamilton mientras esperaba al final de la calle de boxes, cerrada con el semáforo en rojo. Ese día, todo parecía indicar que se volvería a ganar en el circuito de Gilles: ¡esperemos que este fin de semana sea el bueno!