Y nos preguntamos, ¿por qué?
Así es como funcionan los equipos de F1 y es algo que se debería ignorar. No oímos a Red Bull quejarse acerca de los neumáticos después de Baréin. ¿Lo hicieron? Claro, es que en esa carrera ganaron con tres paradas -lo normal para casi todos los equipos menos para los Lotus-, y Fernando no les puso contra las cuerdas. La realidad es que el equipo austriaco no entiende realmente cómo hacer que funcionen los compuestos de 2013 en su monoplaza. Esto es probablemente la razón por la que recientemente han contratado a un ingeniero de Sauber, Pierre Wache, después de que en la temporada 2012 el equipo suizo fuese uno de los que mejor entendiese las gomas italianas. Wache es un exingeniero de Michelin que estaba a cargo de la dinámica del vehículo en Hinwil.
Sebastian Vettel, Spain 2013
Es presumible que por mucho que Pirelli siga endureciendo los compuestos para favorecer a esos equipos que se quejan de estos, al fin y al cabo, arriba siempre estén los mismo equipos, es decir, Ferrari, Lotus, Red Bull y Mercedes. Pero la pregunta es sencilla, ¿por qué se deben modificar los compuestos de una temporada porque varios equipos no puedan hacer trabajar mejor que otros los neumáticos? El asunto da para mucho que hablar. Eric Boullier, jefe de Lotus, lo lleva diciendo bien claro durante la temporada, y es que si hay equipos que tiene problemas con los Pirelli de 2013, deben trabajar más para localizar y resolverlos, y dejarse de quejar cuando el guión no les favorece. Desde Ferrari no se han pronunciado abiertamente, pero es obvio que están contentos con el rendimiento de los compuestos en el F138. Por lo tanto, los mejores equipos ganan porque son más inteligentes que la oposición y usan para ello los recursos que necesitan. Hay algunos que piensan que la importancia de los neumáticos hoy en día es muy alta; claro que lo es, pero el problema superior está en el diseño del coche, porque es cierto que todos compiten con los mismos compuestos. Además, Pirelli se merece una gran palmada en la espalda por producir unos neumáticos que hacen las carreras más interesantes, en la que los equipos se deben estrujar la cabeza desde el muro para buscar la estrategia ganadora. Un claro ejemplo, es la victoria de Fernando Alonso en el GP de España el pasado fin de semana, en donde el español rodó las 66 vueltas como si de calificación se tratasen, tirando al máximo -para que luego otros equipos se quejen de que los neumáticos no duran-, y defendiéndose de una estrategia del Lotus de Kimi Räikkönen de tres paradas. Lo que Ferrari hizo en España fue darle la vuelta por completo al guión. En lugar de decirles a sus pilotos que conservaran neumáticos, les dijeron que empujasen al máximo con todo lo que tenían. Cuatro paradas siempre fue su intención y cogieron a todo el mundo por sorpresa. Red Bull se dio cuenta de lo que estaba pasando demasiado tarde, y pasó de tres a cuatro paradas, pero para entonces la carrera ya la habían ganado los de Maranello.
Ferrari, hablando en la pista
Hemos tenido cinco carreras este año y cada una tiene su propia historia muy distinta y este es el tipo de incertidumbre que hace grande a este deporte. Los que dicen que es demasiado artificial deberían tomar nota del hecho de que los cuatro primeros de la tabla de posiciones del Campeonato de Pilotos son todos Campeones del Mundo, lo que demuestra que se trata de los mejores pilotos de la parrilla sin importar cuáles sean las circunstancias. Sí, es un acto de equilibrio y es difícil hacerlo perfecto, pero Pirelli ha hecho un gran trabajo. Mejor aún, la compañía está en continúa alerta sobre el tema. Después de la carrera en España, Paul Hembery tuiteó lo siguiente: ?Ha ganado un piloto. Nando en España. No ha sido nuestra mejor carrera, nuestro objetivo eran 2 ó 3 paradas, nunca 4. Ha sido demasiado agresivo, por lo que deberíamos de hacernos un replanteamiento para el resto de la temporada, sin duda a tiempo para Silverstone, o tal vez Canadá?. Pero atentos a lo siguiente, si Pirelli sucumbe a las quejas y decide hacer los neumáticos más duraderos y sólo se tienen tres paradas en una carrera, pues es de lógica pensar que todos los equipos tratarán de hacer sólo dos paradas. Como sucedía cuando estaba el fabricante japonés Bridgestone, tiempo en donde todas las escuderías querían ahorrarse una parada.