El volcán islandés de nombre impronunciable (Eyjafjallajökull) ha entrado en erupción esta semana y ha lanzado a la atmósfera cientos de toneladas de polvo y cenizas que ya alcanzan hasta los 30.000 pies de altura. La gran mayoría de los aeropuertos del viejo continente están cerrados, no se sabe cuando abrirán y mientras 40.000 toneladas de material de la F1 espera en China para volver a sus fábricas.
La situación es más grave de lo que parece porque algunas compañías aéreas ya han informado de que tienen una lista de espera de cientos de miles de pasajeros para volver a Europa y han dejado caer que la Fórmula 1 podría no volar a casa hasta principios del mes de mayo, sólo unos días antes del GP de España.
En un principio la carrera de Montmeló no corre peligro, pero quizás esto sea decir mucho si tenemos en cuenta que ni los expertos se ponen de acuerdo en cuando se disipará la nube de ceniza que ocupa el espacio aéreo europeo.De todas formas, e imaginando que los equipos lleguen a tiempo a Catalunya, lo que sí corren peligro son las grandes evoluciones que todos los monoplazas tienen previsto estrenar en el circuito español. El jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, ha dicho que si la F1 retrasa más de una semana su regreso a Europa, las mejoras en los coches no se podrán ver hasta el GP de Turquía (pues las carreras de España y Mónaco son seguidas). Esto afectaría sobre todo a Mercedes y Virgin, que tienen preparado un rediseño casi total de sus monoplazas.
Whitmarsh, también presidente de la FOTA, comentó que el principal problema es hacer volver a los monoplazas, no a las personas: "No se ha creado el caos todavía. No estamos tan inquietos por la gente porque vamos a encontrar el camino a casa, pero tenemos que conseguir los coches vuelvan, y no hemos tenido ninguna palabra todavía por parte del transporte de mercancías", y es que los 4 cuatro Boeing 747 de DHL encargados de devolver el material a Europa aún no han llegado al aeropuerto internacional de Pudong.
"Tenemos una serie de mejoras que esperamos poner en Barcelona, de manera que podría ser un poco caótico si no conseguimos un vuelo de vuelta. En cuanto a la gente, todos en esta sala estaremos regresando a casa, si bien podría ser una ruta ligeramente más tortuosa de lo normal."
¿Cuando empezará a entrar el pánico a los equipos? "Creo que si perdemos tres ó cuatro días podremos vivir con ello, si perdemos una semana o más, entonces se convierte en un reto. Una vez más, encontraremos un camino, pero esa es una preocupación mayor que hacer que la gente llegue a casa, lo conseguiremos."
Y ya para cerrar el artículo podemos repasar algunos casos concretos de como está la gente de la F1 volviendo a casa:
-José Ramón Carabante, propietario de Hispania Racing, ha mandado a su avión privado que viniese a recogerlos. Su Airbus con capacidad para 35 personas ya ha salido de la base en Torrejón de Ardoz y se dirige a China, vía Qatar.
-Antonio Lobato, el periodista español encargado de las retransmisiones de la F1 en España, vuelve a casa en un vuelo hasta Estambul y luego hasta Madrid. Aunque eso sí, viaja sólo, dejando al resto de su equipo en China, que se tendrá que buscar la vida.
-Jon Noble, redactor de Autosport, ha dicho en su 'twitter' que de momento la mejor vía de escape que ha encontrado es (atención): de Shanghai a Kuala Lumpur, de Kuala Lumpur a Bahréin, de Bahréin a El Cairo, de El Cairo a Casablanca, de Casablanca a Oporto y desde ahí por tierra hasta casa. De risa.
-Aunque seguramente la opción que vaya a usar más gente del "gran circo" sea viajar por el otro lado del planeta, como van a hacer Jaime Alguersuari y Andy Soucek: de Shanghai a Pekín, de Pekín a Nueva York, de Nueva York a Madrid y de Madrid a Barcelona, su casa.
Por ahora los aeropuertos de España están todos abiertos y este, junto con Italia, son a los únicos países europeos que se puede llegar, hoy por hoy, en avión. Como la mayoría de los pilotos y compañía viven en Suiza e Inglaterra, tendrán que buscarse luego la vida por tierra para volver.