El piloto italiano hablaba para la web 422race.com: "Ahora todo está en el aire. El problema es que el equipo no tiene presupuesto y está buscando un piloto con dinero. Sigo ligado a HRT porque tengo un contrato para dos años más, pero ellos están buscando patrocinadores. Seguramente quieran mantenernos a mí y a Pedro de la Rosa, pero estamos en punto muerto".
Sigue trabajando en el nuevo monoplaza
Hace doce meses ya no le gustó nada que Force India no contara con él a pesar de tener contrato con el equipo para correr en 2012. Liuzzi ha afirmado que el cambio de propietario de la familia Carabantes a Thesan Capital supuso un cambio en la mentalidad del equipo, mucho más enfocado al espíritu español de HRT. Luís Pérez-Sala se convirtió en el jefe del equipo a finales de 2011 al reemplazar a Colin Kolles.
"Cuando firmé el contrato con este equipo, el propietario era Carabantes, que tenía un proyecto diferente al de Thesan Capital, que es más nacionalista. Su proyecto consiste en conseguir patrocinadores españoles, lo que está cambiando la gestión de los pilotos también. No estoy juzgando a nadie, solamente soy realista. Entiendo la situación que hay en el equipo", explica Liuzzi.
Liuzzi sigue trabajando en el desarrollo del coche de HRT y estará preparado para probar en los primeros test invernales, donde espera que el coche de un paso adelante respecto a la pasada temporada. Los otros dos equipos nuevos, Caterham y Marussia, también esperan progresar este año. Marussia tiene un equipo técnico dirigido por Pat Symonds, así que será interesante ver cómo los trabajadores se las ingenian.
Podría ser piloto reserva
Por otro lado, el equipo Caterham dispone de las herramientas y de los trabajadores necesarios para poder luchar con los coches de mitad parrilla. Con algunos especialistas en aerodinámica, el motor Renault y el KERS, Caterham debería ser capaz de adelantar a más coches a parte de a los HRT y a los Marussia, pero es algo que solo el tiempo dirá.
Hay que recordar que, una vez, Liuzzi tuvo el respaldo de Red Bull y condujo tanto para ellos como para Toro Rosso. Ahora, el italiano no entiende que la gente que organiza los programas de pilotaje tengan un criterio para medir la calidad. Y dice: "Cada uno maneja su negocio como quiere. Invierten mucho dinero en el programa, así que hacen lo que quieren. Luego no entiendo cómo funciona la selección de pilotos, porque los que consiguen buenos resultados, son despedidos".
El veterano, que ha corrido en 81 Grandes Premios, parece estar llegando al final del camino. No obstante, siempre le quedará la opción de ser piloto reserva en algún equipo, aunque hay pilotos más jóvenes que también están ocupando esos puestos.
