Hace poco menos de una semana, la Federación Deportiva de Shanghái confirmaba que el Gran Premio de China, previsto para mediados de abril, quedaba suspendido de manera indefinida hasta que el brote del coronavirus llegara a su fin, lo cual dejaría al calendario de la Fórmula 1 con una cita menos. No obstante, la última palabra la tendrá la FIA. Una de las opciones podría ser posponer la cita, pero el hecho de que esta temporada sea la más extensa en cuanto a carreras hará que sea muy difícil redistribuir el GP, por lo que su celebración está en el aire. El máximo responsable de Mercedes, Toto Wolff, desea que la prueba siga su curso y finalmente pueda llevarse a cabo, aunque recalca que lo más importante es la salud.
Habrá que esperar
"Espero que finalmente podamos celebrar el Gran Premio de China. De momento todo apunta a que sí. La verdad es que sería una pena no hacer la carrera. El año pasado las gradas estaban llenas después de que se vendieran todas las entradas. China empieza a ser un mercado muy importante en términos de seguimiento. Además, hay muchas actividades en Shanghái relacionadas con la carrera. No acudir no estaría bien ni para los aficionados ni para nosotros, pero obviamente la salud siempre es lo primero. Tenemos que priorizar eso", ha comentado durante el de presentación del diseño del nuevo W11 de Mercedes.