El equipo Mercedes despide el año 2019 después de dejar patente que sigue estando un paso por delante de todos sus rivales en la Fórmula 1. En la presente temporada, los de Brackley se han alzado con su sexto título consecutivo tanto en el Mundial de Constructores como de Pilotos, lo que les permite ampliar aun más su espectacular racha. Sin embargo, estos fastuosos números podrían tener fecha de caducidad, concretamente 2021, cuando la nueva normativa podría revertir la parrilla. Así lo cree su máximo responsable, Toto Wolff, quien considera que será dentro de dos campañas cuando deberán demostrar si realmente son capaces de mantener su incontestable dominio. Algo que viven con gran adrenalina, pues tendrán que afrontar uno de los mayores retos de los últimos años, que es continuar en lo más alto de la tabla tras hacer frente a un significativo cambio de reglamento. Esto, por tanto, aclararía su futuro más inminente en la competición, ya que algunas informaciones apuntaban a que 2020 podría ser el último año de las flechas plateadas en la F1.
"2021 va a ser un desafío completamente nuevo para nosotros, ya que lo que tenemos en términos de aerodinámica a día de hoy ya no existirá dentro de dos temporadas. Creo que es una oportunidad como conjunto de llevar a cabo un trabajo decente y demostrar que podemos pasar por un cambio de reglamento y llegar a la cima como ya hemos hecho en el pasado. Y es que los récords no nos dan ningún crédito de cara a las próximas temporadas. Esta situación es muy emocionante para nosotros, por lo que personalmente espero con ansias que llegue 2021", ha señalado en declaraciones realizadas para el vídeo-resumen del equipo Mercedes.
Se crecen ante las adversidades
Por otra parte, el austriaco destaca la capacidad del equipo para levantarse después de un mal fin de semana, pues ahí radica gran parte de su éxito. Este año, los alemanes no lo tuvieron fácil tras el regreso del parón veraniego, pero finalmente lograron reconducir la situación y ampliar su ventaja respecto a Ferrari: "Se puede notar la diferencia en el estado de ánimo en la fábrica después de un fin de semana malo o uno bueno, pero el hecho sorprendente es que siento un fuerte zumbido en las fábricas después de los fines de semana más complicados. Es en los días que fallamos cuando somos conscientes de que necesitamos empujar más y trabajar de manera inteligente. Disfruto al volver a la jornada del lunes y no dejar piedra sin remover, descubrir nuestras deficiencias y, definitivamente, volver a levantarnos", expresa el director ejecutivo de la escudería alemana a modo de conclusión.
