Este fin de semana, China no solo aborda la tercera prueba puntuable del Campeonato 2019 de Fórmula 1, sino también el Gran Premio número 1.000 de la categoría. Un acontecimiento histórico del que cualquier piloto querría formar parte. Sin embargo, no todos los miembros actuales de la parrilla lo harán en las condiciones esperadas. Es el caso del equipo Williams, completamente hundido en el fondo de la tabla y con un rendimiento que le impide luchar de tú a tú con el resto de monoplazas. Y es que, si bien un equipo tan histórico como el de Grove no podía faltar a una cita tan emblemática, lo cierto es que nadie se imaginaba que lo haría en una situación tan crítica. Tanto es así que sus pilotos, George Russell y Robert Kubica, apenas hacen referencia al posible rendimiento del FW42 en el circuito de Shanghái o las evoluciones que, a priori, deberían llegar de cara a esta cita, sino que se centran en la celebración del Gran Premio número 1.000, ya que son conscientes de que su lucha es contra ellos mismos, y así seguirá siendo durante gran parte de la temporada.
George Russell (16º - Sin puntos):
"No puedo esperar a competir en China, ya que todavía no he pilotado allí y siempre es una gran experiencia descubrir una nueva pista. Este es el Gran Premio número 1.000 en la historia de la Fórmula 1, y la verdad es que es genial ser uno de los 20 pilotos que estarán presentes en un acontecimiento de tal calibre. Hay mucha historia en este deporte, y la de Shanghái será una carrera para el recuerdo, por lo que estoy extremadamente orgulloso de ser parte de los pilotos que estarán en la parrilla este fin de semana".
Robert Kubica (17º - Sin puntos):
"Las características de las primeras carreras del año son variadas, lo cual permite a los equipos aprender más acerca de su nuevo monoplaza. China puede ser un Gran Premio muy inconsistente y difícil. La pista tiene muchas curvas largas y cerradas, como las tres primeras, mientras que por otro lado tienes algunas de baja velocidad, curvas de alta velocidad y líneas rectas muy largas que terminan en frenadas muy fuertes. Estas condiciones, al igual que el clima variable, dificultan el ajuste del coche. Aún tendremos que esperar para ver qué nos depara el clima, pero no puedo esperar para volver a China. Sin duda, será un privilegio pilotar en el Gran Premio 1.000 en la historia de la Fórmula 1, ya que es un gran éxito para el mundo de la categoría y sus fans. Me hará muy feliz, pues estoy orgulloso de tener la oportunidad de participar".
Dave Robson, ingeniero jefe de carreras de Williams:
"La decimosexta edición del Gran Premio de China coincide con la carrera número 1.000 de la Fórmula 1 desde el comienzo del Mundial de la FIA en 1950. Este evento se celebra en el Circuito Internacional de Shanghái, el cual tiene una recta de meta larga y unas tres primeras curvas de baja velocidad que son icónicas. Hay que tener en cuenta que en el mes de abril el riesgo de lluvia es alto. Esta amenaza de agua, combinada con la superficie del circuito, puede hacer que haya diferentes configuraciones para los diferentes pilotos. Tras la carrera y el test de Baréin vamos a continuar con las pruebas y a estudiar los datos durante las sesiones de entrenamientos libres para entender mejor el FW42. Pirelli llevará el C2, el C3 y el C4 a esta prueba con una opción más blanda que la de Baréin. Vamos a complementar nuestras propias pruebas con tandas para evaluar el comportamiento de estos neumáticos en los 5,5 kilómetros del circuito de Shanghái".
