El circuito de Hungaroring es uno de los más complejos de la temporada por su característico diseño. La falta de rectas, las secciones de curvas consecutivas del segundo sector y el escaso tiempo para respirar da como resultado que sea un verdadero reto para los pilotos y los ingenieros. Por si no fuera poco con todos estos factores, la degradación de los neumáticos es otra preocupación, ya que es difícil enfriarlos a lo largo de la vuelta y la única zona factible es en la recta de meta. A pesar de la exigencia, Pirelli ha apostado por su gama intermedia de neumáticos (C2, C3 y C4) al igual que había sucedido en la campaña anterior. Las altas temperaturas también pondrán a prueba a los pilotos a la hora de competir en las sesiones claves. En términos de estrategia, el año pasado hubo dos paradas en boxes y el neumático Medio y Duro habían sido los más extendidos por la mayoría de los pilotos.

Mario Isola, responsable de Pirelli:
"No esperamos grandes sorpresas en términos de neumáticos en Hungaroring, ya que ha sido un habitual en el calendario y marca el final de la primera mitad de la temporada. Las características de la pista son la rápida sucesión de curvas estrechas, no hay largas rectas para enfriar los neumáticos y el tiempo caluroso. Esto provoca que Hungaroring sea más exigente con las gomas de lo que inicialmente parece, así que la gestión es necesaria, especialmente, con el compuesto Blando. Como resultado, la mejor estrategia no siempre es obvia. Es por eso hemos visto algunas carreras intrigantes tácticamente allí, lo que proporcionará un desafío interesante para los ingenieros".