Para esta decimoquinta cita de la temporada, Pirelli ha apostado por los neumáticos más blandos de su gama para el circuito de Rusia, siendo los Grandes Premios de Austria la última vez que se vieron. Al tratarse de un trazado diseñado por Hermann Tilke, las curvas de 90 grados son numerosas y las largas rectas también están presentes a lo largo de toda la vuelta. Lo positivo es que la degradación no es un factor al que tener en cuenta, aunque el graining fue notable el año pasado por la falta de carreras en este territorio. Las miradas estarán puestas en el cielo para este fin de semana ya que se prevé lluvia para el viernes y el resto de días es una incógnita. Mario Isola afirma que las carreras de categorías inferiores ayudarán a que se acumule goma y esto tenga un impacto positivo en el agarre.
Mario Isola, responsable de Pirelli:
"Hemos visto en el pasado que hubo diferentes estrategias, con los tres compuestos en la parrilla de salida y hubo tácticas variadas durante el Gran Premio. El año pasado, el neumático Blando funcionó mejor de lo esperado y los niveles de graining se redujeron entre los entrenamientos libres y la carrera debido a la alta evolución de la pista. En el pasado, algunos pilotos incluso cambiaron gomas muy temprano para montar el más Duro e intentar llegar al final. Esto no ha sido posible el año pasado porque no estuvo tan liso como anteriormente. Con el extra de goma en pista por las carreras de apoyo, la evolución de la pista y el agarre deberían ser mejores".