Desde el año 2014, la Fórmula 1 se ha regido por la hegemonía de un equipo: Mercedes. Los hombres de Brackley se han mostrado intratables durante cinco campañas (con algún altibajo de por medio). Incluso la temporada pasada, cuando todo apuntaba a que Ferrari al fin podría recuperar el trono de la categoría, completaron una sobresaliente segunda mitad de año que les permitió volver a coronarse. Pero aún estaba por llegar su mayor dominio. Y es que en 2019 nada ni nadie puede con ellos: ni los rivales, ni los neumáticos. En un año donde parecía que el color rojo volvería a estar de moda en la Fórmula 1, los alemanes han dado un golpe en la mesa y han arrasado con todo y con todos. Después de protagonizar el mejor arranque de su historia gracias a cinco dobletes consecutivos, cuentan con una abismal ventaja de 118 puntos en el Campeonato de Constructores, mientras que en el Mundial de Pilotos la situación es similar, ya que en estos momentos solo Lewis Hamilton y Valtteri Bottas son contendientes al título. Veremos si esto cambia en las próximas semanas. Así lo deseamos todos los amantes de este deporte.
Viendo esta absoluta autoridad, lo primero que se le viene a la mente a cualquier aficionado es si Mercedes será capaz de hacer pleno de victorias este año. Obviamente, no tenemos una bola de cristal para averiguarlo, pero sí podemos hacer cábalas. A día de hoy, las flechas plateadas parecen imparables, y es que al ver cada qualy o cada carrera da la sensación, o al menos a mí me pasa, de que tienen tanta velocidad que incluso podrían dar un paso más si la situación lo requiriera. No importa que Ferrari o Red Bull sean extremadamente competitivos en un Gran Premio concreto, pues ellos se sacarán de la manga un rendimiento extra que les mantendrá en lo más alto; no importa que los neumáticos estén destrozados, ya que si se les acercan mucho en curva lenta, ellos abren espacio en la aceleración (así es, porque ni siquiera necesitan gomas para ser terriblemente rápidos). Dicho esto, ¿Qué tiene que ocurrir para que les veamos sucumbiendo? El año pasado sufrían en según que circuitos, pero es que esta temporada da igual que el trazado tenga curvas lentas, curvas rápidas, largas rectas o giros imposibles. Pero ojo, que lo peor es que el W10 aún tiene una gran capacidad de mejora, por lo que la historia puede repetirse a lo largo de todo el año.
La pelota está en el tejado de Liberty Media
Ante esta situación, y como punto y aparte, resulta irónico escuchar las declaraciones de sus integrantes; sí, aquellas en las que Hamilton decía que después de los test Ferrari era medio segundo más rápido; aquellas en las que en cada Gran Premio parece que los italianos van a estar delante, pero no, al final los de Brackley revierten la situación y vuelven a ganar. Y así una y otra vez, y los aficionados se cansan. Hasta los pilotos quieren tener una mínima opción de victoria. Porque seamos sinceros, aquí o perteneces a uno de los tres equipos grandes o despídete del triunfo a corto-medio plazo. Que sí, que en la Fórmula 1 siempre ha habido uno o dos equipos que han sido superiores al resto, pero es que lo de Mercedes comienza a ser exasperante. Hasta la suerte les acompaña. Ni en Baréin, donde realmente sí eran más lentos que Ferrari, tropezaron, sino que hicieron doblete. Como punto positivo, la normativa de 2021 podría dar un vuelco a la parrilla, pero bajo mi punto de vista, la categoría necesita cambios drásticos si quiere que el espectáculo regrese a las pistas. De lo contrario, el publico terminará cansándose y dará el portazo a un deporte que merece seguir vivo durante largas décadas. ¿Qué opináis? ¿Creéis que está cerca el fin de la era Mercedes o, por el contrario, los alemanes continuarán paseándose por las pistas en los próximos años?
