Antes de comenzar, si todavía no han visto Drive to Survive 2 y pretenden verlo, les animo a no continuar con esta lectura, el spóiler está asegurado. La compañía norteamericana, Netflix, aterrizó en la Fórmula 1 con la ilusión de acercar el mundo oculto de la categoría a los aficionados. Las cámaras nunca o casi nunca habían mostrado algunas reuniones, momentos complicados o las intimidades de algunos pilotos, sus reflexiones o decisiones importantes desde el lado más cercano. La aparición de las redes sociales ayudó a ver de forma accesible algunos de estos detalles del día a día desde la perspectiva de los pilotos y de los equipos. Aunque los de California van un paso más allá y también se muestran presentes en las dificultades que la competición plantea a los equipos a lo largo de la temporada.
A valoración personal de cada espectador o aficionado queda opinar si el trabajo de la compañía de California está haciendo un buen trabajo o no. Siempre hay personas a las que les gusta ver de cerca cada detalle en diferentes aspectos y a quien le gusta que se guarde algo de secretismo para que la magia y la simbología de lo que idolatran quede intacto. Puesto que conocer ciertas facetas no siempre resulta ser lo que se espera.La temporada 2018 fue la pionera para este documental de Netflix, el pasado año el estreno se hizo esperar un poco más de tiempo, pues fue el 8 de marzo cuando vio la luz. Este año llegó el 28 de febrero y con bastante repercusión en los medios relacionados con la categoría. La acogida entonces fue bastante positiva y en Netflix prepararon las maletas para recorrer el mundo otro año más junto al gran circo de la F1. Las expectativas de los aficionados para este segundo año se disparaban a medida que la acción en pista iba aumentando. Sin embargo, tras haberlo visto, ¿han sabido en Netflix abordar lo sucedido en la temporada 2019? Y es que son muchas las preguntas que se vienen a la mente tras ver la segunda entrega del documental, ¿por qué han salido ciertos momentos y otros no? ¿Era necesario enfocarse tanto en algunos puntos de lo sucedido? Analizaremos a continuación todos estos interrogantes, que están bajo un punto de vista, también pueden añadir sus opiniones en los comentarios al respecto.
El derrumbe de Haas
En la compañía no han sido muy benevolentes con sus compatriotas, durante los primeros capítulos se ceban de manera gratuita con el transcurrir de los de Kannápolis en la temporada 2019. Las broncas protagonizadas por Guenther Steiner, la incierta aportación del que se suponía patrocinador principal, Rich Energy, los incidentes entre sus pilotos y la falta de respuestas ante sus problemas de potencial crean un suculento festín al que la empresa de entretenimiento no ha podido resistirse. Bien es cierto, que desde el punto de vista del aficionado estaría bien conocer cómo un equipo que compra todo su material responde a problemas de rendimiento, tratando de solucionar contratiempos en elementos que no han sido creados por ellos mismos. Pero quizá es demasiado el toque dramático que transmite, los problemas son serios, pero hay imágenes que lo muestran y otras que ponen en el centro del foco a ciertas personas. El director del equipo, Guenther Steiner, amenaza seriamente con el despido en varias ocasiones a su gente. En el caso de Ayao Komatsu, las redes sociales se volcaron en apoyo al ingeniero jefe de Haas y alguna que otra broma por el trato recibido. Desde aquí le mandamos ánimos para afrontar una nueva temporada, esperemos que con mejor suerte o al menos no tanta tensión.
La despedida de Nico Hülkenberg
El contrato del piloto alemán finalizaba a final de año y Renault no parecía estar del todo seguro para firmar un nuevo contrato con Hülkenberg. Las carreras iban pasando y no había nada claro, tanto el piloto como el equipo barajaban diferentes opciones al no haber un acuerdo conjunto. El anuncio del fichaje de Esteban Ocon por la escudería gala finalizó haciéndose oficial, y con ello se hacía pública la noticia de que Nico había perdido su asiento en la parrilla de F1. Uno de los momentos detonantes en la relación, desde el punto de vista del documental, fue el Gran Premio de Canadá, donde Nico recortó distancias con su compañero de equipo. Pero al pedir permiso para adelantar, desde el muro se le obligó a no luchar, mantener la posición era la prioridad del equipo. Una decisión que no agradó al piloto alemán, es entonces cuando los focos de Netflix centran la atención en esa relación durante un buen tiempo de su serie. Las negociaciones son una parte importante de la Fórmula 1 y algo fuera de la vista de los aficionados en la mayoría de las ocasiones, ver la tensión generada entre el alemán y el equipo después de buenos años de relación es el lado amargo, Y aunque nos alegre ver de vuelta a Esteban Ocon, es complicado ver como un piloto que ha dado buenos momentos tiene que despedirse sin saber si en algún momento futuro podrá volver.
Batallas y sucesos que copan la atención y los que faltan
Unos de los momentos más tensos en la temporada 2019 tienen claros protagonistas, los pilotos de Ferrari tuvieron algunos encontronazos en pista, Netflix refleja parte de ellos, pero no profundiza en esta tensión al igual que sucede en otras escuderías. La aparición de Ferrari era una de las grandes novedades de este año, pero solo aparecen sus percances en pista, con los cascos quitados todo parece solucionarse fácilmente en la Scuderia de Maranello. Mercedes también era uno de los alicientes esperados, destaca la dedicación al equipo germano en su 125 aniversario. Sin embargo, sus dos núevos títulos son un poco comentados de forma rápida. Otra de las batallas a largo plazo que vimos fue entre Red Bull y Ferrari, la tensión entre Max Verstappen y Charles Leclerc se palpó sobre la pista en más de una ocasión, pero el documental no lo muestra de la misma forma, sino a consecuencia de que Gasly no se encontraba en su Red Bull. Quizá no habría salido de no ser por ese aspecto del piloto francés, con quien vuelven al ataque incisivo para mostrar cómo pierde su asiento y es sustituido por Albon.
Una batalla diferente y de la que no vimos nada en directo durante la temporada y sí es muy intersante, es la que se genera entre Daniel Ricciardo y Carlos Sainz. El australiano se quedó con el asiento del madrileño y durante la temporada ambos se miden en la distancia para ver quién logra quedar por delante cuando todo acabe. También se desvela que Daniel estuvo negociando con McLaren al abandonar Red Bull, pero no lo veía una opción fiable. Muchos pilotos pasan desapercibidos durante el transcurrir del documental, poco sabemos de la primera temporada de Antonio Giovinazzi y cómo logró asegurarse su asiento para 2020. O de Lando Norris también es su primer año, del que poco más sale sin contar con la presentación de McLaren. Por no hablar del podio de Daniil Kvyat en Alemania, el primer podio de Toro Rosso en la temporada es pasado por alto. En pocas ocasiones un piloto que no sea de las tres escuderías más importantes llega a finalizar entre los tres primeros, pero eso no debe ser importante para Netflix.
Momentos duros y bonitos homenajes
Algo de agradecer es cómo tratan en la serie momentos duros, tanto en la vida como en la competición la muerte decide hacer una visita en algunas ocasiones. La pérdida de Niky Lauda fue un duro golpe para el mundo de la Fórmula 1, Toto Wolff y Lewis Hamilton relatan su pérdida, ambos mantenían una gran relación con el legendario campeón. Un reconocimiento a su vida y al gran legado que deja. Otra pérdida que paralizó el corazón en Spa a todos los aficionados de este deporte fue la de Anthoine Hubert. Netflix muestra aquí cómo es la gran familia que compone la competición y lo duro que es pasar por momentos así. Todo por cumplir un sueño, su sueño, compartirlo con sus compañeros y la afición los mantendrá por siempre vivos en el recuerdo de todos.
¿Objetivo cumplido?
Netflix creó Drive to Survive con el objetivo de dar a conocer la categoría reina de automovilismo a los no aficionados al deporte. Y para que los aficionados de verdad vieran algunos sucesos que se escapan a lo largo de la temporada. La primera entrega presentó la acción de forma más consecutiva, pero en esta segunda la trama va más enfocada a lo personal. Los pilotos se vuelven protagonistas más de lo que pasa fuera de la pista que de lo que sucede cuando bajan sus viseras. La veracidad de lo que cuentan queda en entredicho, pues parecen priorizar la alta expectación, una muestra de ello es cuando Verstappen da caza en Australia a Sebastian Vettel, según la serie sucede en la última vuelta, pero la realidad no contó lo mismo. Entonces, ¿es una serie creada para los aficionados o para atraer espectadores? ¿Se sostendrá sin basarse de forma fiel a la realidad? Puede que darle un toque ficticio atraiga a cierto sector del público que no sigue la F1 o lo hace de forma esporádica. Pero que eso sirva para que se enganchen a seguir por el mundo al gran circo está bastante en entredicho. Para el aficionado de verdad puede servir para conocer algunos detalles personales, cotilleos y poco más. No está de más verlo, pero no parece cumplir con lo que prometían. Resalta la falta de emoción por la batalla del título, cierto que no hubo rival para Mercedes, pero sí varias carreras emocionantes y peleadas.