Abu Dabi puso este domingo el punto y final a la campaña 2019 de Fórmula 1, la cual nos ha regalado grandes momentos, pero a su vez ha dejado patente que queda un largo camino por recorrer para que la competición nos brinde el espectáculo que todos anhelamos. Los test de pretemporada nos pusieron los dientes largos; vaya si lo hicieron. Ferrari destacaba por encima de todos y nos hacía creer que esta vez sí podría luchar de tú a tú con unos Mercedes imbatibles en la era híbrida. Por desgracia, los italianos recibieron un golpe de realidad en cuanto pisaron el asfalto de Melbourne. Un minuto por detrás del vencedor, Valtteri Bottas, y críticas a por doquier de aficionados y medios de comunicación. Nada que no se hubiera visto unos meses antes. Sin lugar a dudas, los hombres de rojo se han convertido en una de las grandes decepciones del año. La frase "mucho ruido y pocas nueces" define a la perfección su discreto paso por 2019. Pero no todo han sido malas noticias en Maranello. Hay una joven perla monegasca que les ha hecho volver a soñar, ya no solo durante esta campaña, sino pensando en un futuro próximo. Charles Leclerc es el único destello de luz para un equipo que sigue inmerso en un túnel que no parece tener fin. Porque no nos engañemos, a Ferrari no le vale con ser segundo. Cada temporada que no logran la corona, supone un fracaso mayúsculo para ellos, como bien dijo hace unos años el expresidente de la escudería del Cavallino Rampante, Luca di Montezemolo.
Tampoco se escuchan campanas de celebración en el garaje de Red Bull. Todos sabíamos que este año sería de transición para los austriacos tras su reciente alianza con Honda, pero lo que no esperábamos es que se produjera un intercambio de cromos en sus filas. Y es que la gran temporada de Max Verstappen, cada vez más rápido y con mayor madurez, no ha encubierto el fracaso al otro lado del garaje, porque sí, la fábrica de crear jóvenes promesas parece haberse quedado obsoleta. Ni Pierre Gasly ni Alexander Albon han estado a la altura de lo que se espera en Milton Keynes. Todos somos conscientes de la presión a la que han tenido que hacer frente, pero estamos ante la máxima categoría del automovilismo, por lo que no hay espacio para las equivocaciones. O rindes o estás fuera. Por suerte, los de las bebidas energéticas cuentan con un plan B llamado Toro Rosso que permite llevar las piezas rotas al taller y, con un poco de suerte, arreglarlas. Ha quedado demostrado que cuando se compite sin tanta compresión, el nivel encima del monoplaza es mayor. Dicho esto, no sé si lamentarme por el descenso de Gasly al equipo de Faenza o darle la enhorabuena. El francés le ha pasado la "patata caliente" a Albon, que en estos últimos meses se ha dado cuenta de lo que es lidiar con un miura como Verstappen. 53 segundos separaron a ambos pilotos en Abu Dabi, o lo que es lo mismo, casi un segundo por vuelta. ¿Seguro que Gasly lo estaba haciendo tan mal?
Las flechas plateadas, imparables
Lo que no cambia, y parece que tampoco lo hará a corto plazo, es el dominio aplastante de Mercedes y, por ende, de Lewis Hamilton. El británico no encuentra techo en una época dorada que le acerca a la mayor leyenda del deporte, Michael Schumacher, al que igualará en 2020 si nadie encuentra la fórmula mágica para pararle. Valtteri Bottas está convencido de que podrá hacerlo, pero mucho tiene que mejorar si quiere hacerle sombra. Ni en la mejor temporada de su vida ha podido hacerle cosquillas, porque así le llamo yo a perder 87 puntos con tu compañero de equipo. Lo siento, pero el periodo de adaptación caducó hace tiempo. O espabila el finlandés o la próxima temporada podría empezar a hacer las maletas sin un destino fijo. Él lo sabe, así que le daremos una última oportunidad para que demuestre de lo que es capaz. Una nueva última oportunidad, quería decir. Los jóvenes llaman a la puerta de Brackley en busca de la ocasión de su vida. ¿Alguien ha dicho Norris? No, espera, ¿es Esteban Ocon?
Dejando aparcados a los tres grandes, si hay un equipo que puede estar satisfecho con su trabajo, ese es, sin lugar a dudas, McLaren. Nadie daba un duro por los de Woking, y yo me incluyo entre ellos, pero parece que por fin han encontrado la dirección que perseguían desde tiempos inmemoriales. Carlos Sainz ha empezado a demostrar que no solo es un apellido, pero queremos más de él. Este debe ser el punto de partida que le ayude a dar el salto adelante que todos estamos esperando. Para ello, contará con un buen compañero de viaje, pues Lando Norris también se ha erigido como una de las grandes revelaciones de la campaña, cerrando la boca de muchos, entre los que vuelvo a incluirme. Después de una discreta segunda mitad de año en Fórmula 2, había mucha incertidumbre en torno a su rendimiento, pero ha cumplido con nota. Le falta regularidad, madurez y algo de velocidad, pero el tiempo le brindará todo aquello de lo que carece ahora.
Pocas novedades en el mercado de pilotos
La temporada 2019 de Fórmula 1 nos deja dos despedidas, las de Nico Hülkenberg y Robert Kubica, dos veteranos a los que nos costará decir adiós y que darán paso a dos jóvenes talentos, Nicholas Latifi y Esteban Ocon, que ya sabe lo que es competir en el 'Gran Circo'. Siendo sincero, no soy demasiado optimista acerca de lo que nos deparará la próxima temporada. Todo apunta a que Mercedes seguirá reinando en la categoría, mientras que por detrás sí creo que la batalla entre Ferrari y Red Bull se volverá más cruenta. Mis deseos para 2020 es que se comprima la parte alta de la tabla y McLaren y compañía den un paso adelante que les permita bajar de la barrera del segundo respecto a los favoritos. Sé que es mucho pedir, pero es lo que necesitamos. Ya hemos visto algunos destellos este año, por lo que me agarro a ese clavo ardiendo y confío en que la temporada que viene todo sea más competido y más espectacular que este.