Tras el descanso estival para el descanso habitual de los pilotos y equipos, tocaba regresar al trabajo. Spa era el trazado elegido para arrancar la segunda parte del calendario, la temporada está tremendamente emocionante y así llegaba a Bélgica. La batalla entre Mercedes y Red Bull llegaba con las espadas en todo lo alto. Pero las peleas o las rivalidades no terminaban ahí, la zona media también llegaba muy igualada, Ferrari y McLaren eran dos de los protagonistas más buscados. Con todos los ingredientes necesarios se preparaban en Spa para la primera de las carreras de la recta final de la temporada 2021.
Vuelta de camino a la parrilla
Los coches salían del pit lane camino a la parrilla a la hora prevista, pero el agua que había sobre el asfalto ya empezaba a hacer malas jugadas a los pilotos. El spray era una realidad y tenían que luchar con sus propios coches para mantenerlos sobre el asfalto. Y eso que la velocidad no era muy elevada, como es lógico en esos instantes. Sergio Pérez fue el sacrificado por estas circunstancias de la pista, el mexicano perdió el control de su coche y se fue directo contra las protecciones. Poco después anunciaban que el piloto recién renovado por Red Bull no podría participar en la carrera por los daños ocasionados en su monoplaza, no había tiempo material para repararlos.
Inicio de la carrera
Las unidades estaban colocadas en sus posiciones de salida, una de las cosas que fue una odisea, entre sanciones y la falta del mexicano. La lluvia no paraba y la salida se preparaba bajo la lluvia de Spa, neumáticos de lluvia extrema y la posibilidad en el horizonte de salir tras el coche de seguridad. Mientras veíamos las gotas de lluvia caer sin cesar ante la mirada de concentración de los pilotos, anunciaban que la carrera se iba a retrasar. Un tanto tarde, pues algunos motores estaban ya encendidos.
El anuncio decía que se retomaría 10 minutos más tarde. Todos los carritos volvían a salir a la parrilla y las tiendas de campaña que cubren los monoplazas volvían a instalarse. Hamilton se bajaba del coche y ponía rumbo a alguna parte.
Otros se quedaban en el coche, pues el tiempo era limitado y el trámite de limpiar bien las botas puede ser un engorro innecesario. La salida volvía a retrasarse 5 minutos más, la situación no cambiaba en absoluto y mirando al cielo no parecía que fuese a cambiar mucho, esa era la verdad. Masi tomaba la decisión de ir retrasando la salida de 5 en 5 minutos. Entre tanta espera enfocaban al box de Red Bull con el coche de Checo en caballetes altos y trabajando a toda prisa. Kimi aguardaba en su box, pues iba a salir desde el pit lane.
Los motores volvían a arrancar casi media hora más tarde para dar la vuelta de formación. Mantas fuera y todo preparado, el coche de seguridad emprendía la marcha y tras él los monoplazas, tocaba investigar el estado real de la pista. El spray era muy voluminoso pese a ir lento, no se veía nada de nada, pero las condiciones no iban a mejorar por arte de magia.
El bosque de las Ardenas estaba totalmente cerrado y a dirección de carrera le tocaba decir, los pilotos comentaban en sus radios que no veían absolutamente nada. El SC daba una vuelta más, solo Max decía que se podía correr, pero claro, él iba primero. Tras la prueba mostraban bandera roja, las dos horas de carrera aún no habían empezado a descontar, pero pensar en una salida normal era una auténtica locura. El coche de Checo estaba casi reparado y desde Red Bull intentaban que el mexicano pudiera volver a su lugar de salida, si es que se arrancaba en algún momento. Al final vimos como dirección de carrera autorizaba al piloto con el número 11 a salir desde el pit lane, si es que había una carrera finalmente.
Decidieron poner en marcha el crono y contar con la idea de que el procedimiento de carrera se había iniciado a las 4 de la tarde. De esa forma el tope ya tenía un lugar en el horizonte, a las 6 de la tarde la acción habría finalizado, pero claro, no sabíamos si en realidad se podría poner algo en marcha porque el radar no era para nada alentador. La decisión parecía tomada, los coches saldrían tras el coche de seguridad para completar dos vueltas al trazado belga, después se ese trámite regresarían al box y se repartirían la mitad de los puntos. Al menos eso era lo que dirección de carrera hablaba con los equipos por la radio, pero nada era oficial.
El guion daba un giro ya poco esperado
La intención de dirección de carrera era intentarlo hasta el final, alcanzadas las 18:10 de la tarde los pilotos regresaban a sus monoplazas para dar inicio a una carrera incierta. La gente se animaba de nuevo en el trazado, tras la larga espera y el chaparrón soportado veían regresar la ilusión por ver a sus ídolos sobre el asfalto. La carrera no iba a ser completada en su normalidad, ni se sabía qué íbamos a ver. Pero de nuevo todo se ponía en marcha en el Gran Premio de Bélgica. La lluvia que amainó durante unos instantes azotaba de nuevo, pero el radar dejaba ver qué sería un momento. Tras eso cierta calma empezaba a llegar a Spa.
El semáforo del pit lane se ponía en verde y tras el SC salían los monoplazas. El crono empezaba a descontar desde una hora. Todos contra el crono y con el permiso de la lluvia, el número de vueltas quedó atrás. Situación similar y solo 59 minutos por delante, todo quedaba en manos de dirección de carrera. Los 20 pilotos rodaban tras el safety, pero no sabíamos nada sobre el procedimiento ni la duración decidida. Las causas de fuerza mayor mandaban y el GP de Bélgica tomó un tono propio de Netflix y su Drive to Survive.
Dos vueltas completadas y ninguna noticia nueva, las radios empezaban a llegar con cuentagotas. Alcanzados los 10 minutos decidían sacar la bandera roja de nuevo, no dio tiempo ni a intentar secar la pista. La calle de boxes volvía a cobrar vida y no llegaba noticia alguna. Casi alcanzadas las 7 de la tarde y sin aviso previo el mensaje de dirección de carrera en la pantalla era que todo había terminado. Mensaje que sorprendió hasta a los propios pilotos.
Final frío y podio sin sentido
Tras el paripé llevado a cabo en Spa y ante una gran afición que nunca perdió las esperanzas. Todo se disponía para celebrar un podio de una carrera que nunca había empezado. El ganador fue Max Verstappen, segundo George Russell y tercero Lewis Hamilton. A las 3 de la tarde nos disponíamos a ver la primera de las carreras tras el parón veraniego, pero alcanzadas las 7 casi se bajaba el telón sin haber podido ver nada. Esto va a traer cola, pues muchos pensarán que podría haberse aplazado o cancelado. Sin embargo, la realidad es la que es y el podio de Williams con Russell ha llegado de esta forma, la misma en la que Max suma una nueva victoria, la primera en Spa. Cierra Lewis este podio que en verdad a poco sabe, pues ni se apagaron los semáforos, ni ondeó la bandera a cuadros.
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