Hace unos días, Charlie Whiting comparecía en el Circuit de Barcelona-Catalunya junto al responsable de monoplazas en el área técnica de la FIA, Nikolas Tombazis, para anunciar las nuevas medidas de cara a la próxima temporada. Entre ellas, se encontraban la simplificación del alerón delantero, una mayor importancia en el trasero y la pérdida de cualquier función aerodinámica de las tomas de refrigeración de los frenos delanteros, lo que implicará la caída del rendimiento de los coches en 1,5 segundos respecto a este año. Todo ello, con el incremento, entre un 25% y un 30%, del efecto del DRS. Unos cambios que no han sido bien recibidos por los dos máximos favoritos de la categoría, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. El tetracampeón del mundo británico asegura que la FIA debería tener en cuenta las opiniones de los pilotos, pues considera una insensatez que los monoplazas deban perder rendimiento con el objetivo de fomentar el espectáculo en la Fórmula 1, ya que, según su criterio, esto no ocurriría aunque los coches fueran 3 segundos más lentos por vuelta, pues todos perderán lo mismo.
"Nosotros deberíamos tomar las decisiones. ¿Puede que las personas que siempre toman las decisiones, puede que ese mismo grupo que siempre decide acerca de la normativa, no sea necesariamente el mejor? La tecnología con la que contamos y lo que estamos haciendo es increíble. En mi opinión personal, deberíamos ser, como mínimo, tan rápidos como este año, pero mejorando la competición. Creo que en este deporte, con toda la tecnología que desarrollamos, siempre damos un paso hacia adelante para después frenarnos. No sé si esto cambiará algo. Si somos 1,5 o 3 segundos por vuelta más lentos, eso no mejorará las carreras. Nosotros queremos ir más rápido, queremos mejorar la tecnología y forzar los límites", explica ante los medios de comunicación.
Las nuevas medidas, un paso atrás para la F1
Por otro lado, Sebastian Vettel apoya las palabras de su máximo oponente y señala que se debería pedir la opinión de los pilotos, ya que son los verdaderos protagonistas de este deporte y quienes comprenden realmente al detalle los monoplazas que conducen. Asimismo, considera estas medidas como un retroceso para la categoría, pues tras las decisiones tomadas en el año 2009, estas supondrán una involución para la Fórmula 1: "Nos deberían preguntar a nosotros qué necesitamos para adelantar. Somos pilotos. No es que sepamos de todo, porque es cierto que no sabemos nada sobre la ingeniería del coche, pero sí sabemos cómo van los coches, cómo se conducen, y sabemos cuáles son sus limitaciones para los adelantamientos, pero nadie nos pregunta", señala el alemán.
"Es un poco cómico. ¿Por qué en 2009 se quitó aerodinámica para tener mejores carreras? No cambió demasiado. Luego dijimos que los coches eran muy lentos, que teníamos que añadir aerodinámica y hacerlos más anchos, más espectaculares. Todos los pilotos lo agradecimos, dijimos que es lo que queríamos, que era más difícil, que nos podíais ver cansados después de una carrera... y ahora volveremos a hacer que sean más lentos. Es como ir a través del mar a América y cambiar de rumbo 100 veces", añade para concluir.