El año 2015 marcó el regreso de Honda a la Fórmula 1, aunque la marca nipona no volvió a la categoría como equipo oficial, sino que lo hizo como suministrador de motores. Su nueva alianza con McLaren hacía presagiar una etapa complicada, y así fue. En su primera temporada trabajando juntos, ambos vivieron una auténtica pesadilla, ya que la unidad de potencia no daba los resultados esperados y el rendimiento del monoplaza tampoco estaba a la altura. La situación mejoró ligeramente en las dos temporadas siguientes, pero la asociación acabó llegando a su fin en 2017 por falta de resultados. Fue entonces cuando los japoneses se unieron a Toro Rosso, donde empezaron a ver la luz al final del túnel y, una campaña después, pasaron a trabajar también de tú a tú con Red Bull, con quien han regresado al escalón más alto del podio gracias a las dos victorias de Max Verstappen.

Concentrados en el motor
"Por ahora, no vamos a volver como equipo oficial. Sabemos que la continuidad en la Fórmula 1 es muy importante. Hemos alcanzado los cinco años con la unidad de potencia, y de alguna forma en estos momentos estamos bien situados. Por lo tanto, si empezamos el chasis ahora, vamos a tener otra lucha que no queremos. Como es obvio, ser un proveedor es una desventaja en términos de regulaciones, ya que no existen muchos beneficios siendo un proveedor en este mundo, por lo que, como se puede deducir por nuestro nombre, Honda Motor, hemos comenzado con la unidad de potencia. Creemos que somos especialistas en motores y queremos ser los mejores en la más alta tecnología del mundo del motor. Eso es lo que estamos intentando a día de hoy", ha señalado en palabras para el portal web RaceFans.