Una temporada más, Lewis Hamilton se marchó de Australia sin el triunfo a pesar de volver a partir desde la pole, pero en esta ocasión la derrota fue mucho más pronunciada que en anteriores citas, pues su compañero de equipo le aventajó en más de 20 segundos. La causa de esta amplia diferencia podría deberse al fondo plano del W10 del pentacampeón británico, ya que al final del Gran Premio pudimos observar cómo a esta parte del coche le faltaba un pieza. Aun así, algunos prefieren adoptar otras teorías, como Sebastian Vettel, que ayer insinuaba que el inglés se dejó llevar en la carrera tras verse superado en la salida por el piloto finlandés. Sea como fuere, parece que los problemas en el monoplaza sí eran reales, pues el ritmo del piloto de Mercedes comenzó a decaer con el transcurso de las vueltas y en ningún momento se equiparó al del nivel mostrado por Bottas; algo muy poco habitual en alguien tan competitivo como él.
El propio Hamilton asegura que comenzó a sentir problemas en la parte trasera de su monoplaza, aunque optó por evadirlos y concentrarse en la pista. A día de hoy se sigue preguntando a qué pudo deberse la pérdida de la pieza del fondo plano, pues como él mismo afirma, en ningún momento se salió del trazado, por lo que queda descartada una rotura por ese motivo. No se excluye que el británico pudiera toparse con algún resto del alerón delantero que perdió Daniel Ricciardo en la salida al pisar la hierba y encontrarse con un agujero que le hizo saltar su carrera por los aires. Ante lo ocurrido, el pentacampeón se siente aliviado al saber que su insuficiente rendimiento durante la jornada del domingo se debió a una causa concreta y no a una falta de ritmo del coche, como sí ocurrió en Ferrari, donde a día de hoy siguen preguntándose qué ha podido ocurrir para cruzar la línea de meta a casi un minuto de distancia del monoplaza ganador.
No pudo rodar al 100%
"No tenía forma de saber que los problemas venían del fondo plano. Sentía que algo no iba bien durante la carrera, pero no puedes obsesionarte, sino que tienes que intentar trabajar con lo que tienes. Me podía mantener a la altura de Valtteri hasta entonces, pero luego comencé a sufrir con la parte trasera del monoplaza. No estoy seguro de la causa, pues no me salí de pista ni nada por el estilo en ningún sitio. El daño afectó a una parte delicada del fondo plano. Trabajamos muy duro para conseguir el equilibrio correcto y sentí que tenía buen ritmo el fin de semana. Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para conseguir una buena configuración y, de repente, el coche era completamente diferente con respecto a las vueltas de formación y al de las tandas largas, por lo que es genial ver que hubo una razón para que así fuera. Ahora es momento de pasar página y mirar hacia delante", ha expresado en unas palabras para el portal web estadounidense Motorsport.
