Con los primeros entrenamientos libres a punto de dar comienzo en Baréin, la incertidumbre continúa reinando en el garaje del equipo Williams. Los hombres de Grove están viviendo uno de los comienzos de año más difíciles que se recuerdan en la Fórmula 1, y todo apunta a que esta mala etapa aún les acompañará durante un lapso grande de tiempo. Tras hundirse en la parte de atrás de la tabla en el Gran Premio Australia, la escudería británica afronta esta segunda prueba con el objetivo de recuperar algunas décimas en su rendimiento, y es que a día de hoy no lucha contra el resto de adversarios de la parrilla, sino que lo hace contra sí mismo.
George Russell, que esta temporada aborda un doble reto, pues no solo se encuentra a los mandos del peor monoplaza, sino que además lo hace con el hándicap de ser debutante en la categoría, cree que la carga aerodinámica es uno de los principales problemas del FW42 a día de hoy. Igualmente, reconoce que el ritmo del coche es algo mejor de lo que se reflejó en Melbourne, aunque al mismo tiempo se muestra realista y no duda en reconocer que Williams seguirá copando las dos últimas plazas de la clasificación a corto-medio plazo.
Están lejos de ser competitivos
"El principal problema del FW42 es el aerodinamismo y la carga. Las cosas han ido un poco rápido y la calidad está cerca de los estándares. A pesar de ello, nuestro paquete es probablemente mejor que lo que hemos mostrado tanto en los test como en Australia. Como es obvio, aún no podemos despegar en la clasificación, pero estoy convencido de que este fin de semana podremos ganar unas décimas. Hay una luz al final del túnel, aunque es cierto que todavía está lejos. El equipo explicó el año pasado cuál era su proyecto y vamos a encargarnos de hacer que sea real", ha comentado el británico en unas palabras concedidas a la edición francesa de Auto Hebdo.
Por otro lado, el piloto de King's Lynn se ha referido a la divergencia de trabajar en la Fórmula 1 y la Fórmula 2, pues como él mismo afirma, la máxima categoría es mucho más exigente tanto en el apartado técnico como en el evolutivo, ya que un mínimo retroceso te lleva a quedarte detrás del resto de rivales. Aun así, Russell afirma sin ápice de dudas que lo más fácil de la F1 es el pilotaje: "Ahora tengo muchas más responsabilidades desde el punto de vista técnico. En Fórmula 2 normalmente nos dedicamos a ir lo más rápido posible porque el tiempo para las pruebas es reducido, mientras que aquí tenemos mucho tiempo para prepararnos y, por ende, la capacidad de mejorar es enorme. El trabajo fuera de la pista es siempre más importante, y es por eso por lo que nuestras pruebas durante el invierno han sido tan penalizadoras. Al final, conducir es la parte más fácil en una categoría como la Fórmula 1", ha añadido el número '63' para finalizar.
