Carlos Sainz ha sido una de las grandes sensaciones en la temporada 2019 de Fórmula 1. El piloto español, que desembarcaba en McLaren tras su discreto paso por el garaje de Renault, afrontaba esta nueva etapa con la obligación de echarse el equipo a las espaldas una vez confirmada la llegada a las filas de Woking de un debutante como Lando Norris. La tarea se presentaba arduo complicada, ya que además debía hacer frente a las inevitables comparaciones con Fernando Alonso, pero el número '55' consiguió superar la prueba con nota al convertirse en el mejor de la zona media de la parrilla y batir a dos hombres que este año han competido a los mandos del RB15 de Red Bull, Pierre Gasly y Alexander Albon. A continuación, desde 'F1 al Día' hemos querido repasar las cuatro mejores remontadas del madrileño en este 2019.
4. GP de España (de 12º a 8º).
Una irregular sesión clasificatoria dejaba a Sainz fuera de la Q3 en su Gran Premio de casa y le condenaba a la decimotercera posición. No obstante, la sanción a Daniel Ricciardo, que debía retroceder tres puestos en la parrilla de salida tras ser penalizado por su acción en Bakú con Daniil Kvyat, le permitía ganar un lugar y partir desde la sexta fila. El español ya avisaba en la jornada del sábado: "No todo está dicho para mañana". Y así fue. Si bien el número '55' no encontró el ritmo en el primer tramo de la prueba, supo rehacerse y, tras el accidente entre su compañero y Lance Stroll, recuperó posiciones y fue capaz de superar tanto a Daniil Kvyat como a Romain Grosejan para darle una gran alegría a su público. Y todo ello en un circuito en el que adelantar es toda una odisea.
3. GP de Gran Bretaña (de 13º a 6º).
A pesar de la significativa evolución de McLaren en cada prueba del calendario, Sainz no lograba encontrarse cómodo en Silverstone a los mandos del MCL34 y era incapaz de superar la Q2. El decimotercer lugar reflejaba su discreto papel en tierras británicas. Cuando su ingeniero le advertía de la posición final por radio, el español respondía: "Ninguna sorpresa". Todo parecía ir mal en aquel fin de semana, sobre todo en comparación a su compañero, que sí había logrado colarse en el Top 10, pero una vez más Sainz volvía a resurgir en la jornada del domingo para protagonizar una gran escalada en la tabla. Ya en la salida, el madrileño ganaba dos posiciones, pero era en la vuelta 21, con la salida de pista de Antonio Giovinazzi y la posterior aparición del Safety Car, cuando lograba aprovecharse de la situación para situarse séptimo. Después acabaría beneficiándose del accidente entre Vettel y Verstappen (con penalización incluida al alemán) para cruzar la bandera a cuadros en sexta plaza tras unas intensas últimas vueltas en las que aguantaba estoico los ataques de Daniel Ricciardo, que llegaba por detrás con más velocidad.
2. GP de Austria (de 19º a 8º).
Al contrario de lo sucedido en los Grandes Premios analizados anteriormente, esta vez Sainz sí era capaz de sacarle todo su potencial al MCL34, sin embargo, un cambio de motor, el cuarto del año hasta ese momento, le privaba del Top 10 y le hacía descender hasta el fondo de la parrilla tras una sanción de quince posiciones. "Tocaba poner el monoplaza a punto para la carrera, pero resulta que a una vuelta también iba rápido", expresaba en ese momento. Lo cierto es que en esta ocasión la zona de puntos se presentaba como un reto arduo difícil, pero el español volvía a demostrar que las jornadas de domingo son lo suyo. Ya fuera en pista o a través de la estrategia, el de McLaren iba ganando posiciones una a una hasta alcanzar el octavo lugar final. Y de no ser por un altercado con una de las bananas en las últimas vueltas, tenía ritmo suficiente para llegar hasta Pierre Gasly, que defendía la séptima plaza. Tras bajarse del coche, Sainz admitía que la de Austria había sido una de sus mejores carreras en la Fórmula 1.
1. GP de Brasil (de 20º a 3º).
Tras la sideral actuación en el Red Bull Ring, pocos esperaban que el español volviera a ofrecer una remontada de tal calibre en la presente campaña, pero entonces llegó Brasil y todo lo visto hasta entonces se convirtió en un mero aperitivo. Sainz no pudo completar ni una sola vuelta de clasificación en Interlagos por un problema con el motor. El fin de semana no podía pintar peor, pero entonces llegó el domingo y se obró el milagro. El número '55' dejaba adelantamientos de todos los colores en la pista, abriéndose paso sin dificultades entre la zona media de la parrilla. Sin embargo, a mitad de la prueba se quedaba estancado más allá del Top 10. Parecía que sus opciones a entrar en los puntos se desvanecían, pero entonces hacían acto de presencia los Coches de Seguridad y su carrera volvía a dar un giro de ciento ochenta grados. Todos sus rivales directos entraban a boxes, lo cual le dejaba en la obligación de aguantar la posición en el tramo final con neumáticos mucho más desgastados. Y vaya si lo hizo.
No quería dejar escapar una espectacular remontada, pero lo que no sabía era que lo mejor aún estaba por llegar. Hamilton y Albon se tocaban, provocando la caída en la tabla del piloto de Red Bull, mientras que al británico se le abría una investigación por el incidente. Una vez finalizado el Gran Premio y celebrada la ceremonia del podio, los comisarios hacían oficial la penalización al número '44' de Mercedes, lo que dejaba en el podio a Sainz. No obstante, la celebración se hacía de rogar en el garaje de la escudería de Woking, y es que el número '55', que ascendía provisionalmente al Top 3 tras la sanción de cinco segundos a Lewis Hamilton, veía cómo la FIA iniciaba una investigación contra él por abrir el DRS en la vuelta 53 con banderas amarillas. Al final, la Federación decidía no penalizarle, ya que el madrileño supo reaccionar a tiempo y cerró el alerón trasero de manera inmediata, confirmándose con ello su primer podio en la Fórmula 1 y, por ende, el número 100 de España en la competición. Un broche de oro para su mejor campaña, hasta el momento, en la máxima categoría del automovilismo.
