La categoría reina del automovilismo lleva más de 70 años dando vueltas por el mundo, sin embargo, no fue hasta 1958 cuando se otorgó por primera vez el título a mejor equipo. Desde entonces, varios de aquellos equipos campeones han desaparecido, dejando tras de sí historias de éxito irrepetibles.
Vanwall
Fue el primer constructor en ganar el título en 1958... y solo dos temporadas más tarde, desapareció de la Fórmula 1. El equipo británico sacó una alineación de ensueño con Stirling Moss, Tony Brooks y Stuart Lewis-Evans, con la que los dos primeros ocuparon el segundo y tercer puesto en el Mundial de Pilotos, además del campeonato de constructores. Sin embargo, los problemas de salud de su dueño, Tony Vandervell, hicieron que el equipo no volviese a hacer una temporada completa y desapareciese en 1960.
Brabham
Cooper fue el equipo que recogió el testigo de Vanwall en el dominio de la categoría reina, sobre todo gracias a Jack Brabham. El australiano, piloto e ingeniero, se benefició de las ideas de Cooper de montar el motor detrás del piloto, algo radicalmente distinto al resto de equipos de la época. Por eso, cuando montó su propio equipo, Brabham Racing Organisation, mantuvo esa disposición. El equipo pasó, años más tarde, a manos de Bernie Ecclestone, y finalmente cerró en 1992, tras haber ganado dos veces el Mundial de Constructores.
Lotus
Tras el cierre de Vanwall, varios genios trataron de montarse la fiesta por su cuenta. Uno de ellos fue Colin Chapman, considerado una de las mentes más brillantes de la Fórmula 1. El británico formó el equipo Lotus, con el que revolucionó la parrilla hasta principios de los años noventa. Lotus, gracias en gran parte a los motores Ford de los setenta y a sus grandes innovaciones en el campo aerodinámico, conquistó siete Mundiales de Constructores, todavía el quinto equipo más laureado de la categoría reina.
Renault
Renault ha tenido una relación complicada con la Fórmula 1. No siempre ha apostado del todo por estar en la parrilla, a veces ha salido parcialmente, otras de manera completa, pero para volver poco tiempo después. En su tiempo como motorista, por ejemplo, fue uno de los equipos más potentes de la parrilla gracias a sus asociaciones con equipos como Benetton y Williams. En los años 2000, Renault se comprometió con más firmeza, lo que le llevó al éxito durante 2005 y 2006: Fernando Alonso conquistó sus dos Mundiales de Pilotos y junto a Giancarlo Fisichella, reventaron las apuestas online y sumaron dos Mundiales de Constructores contra todo pronóstico. Los franceses ya no están en la parrilla con su propio nombre, ya que ahora es Alpine el equipo constructor, una empresa controlada por el Grupo Renault.
Brawn
Una de esas historias que parecen sacadas de la ficción. Honda anunció a finales de 2008 que abandonaba la Fórmula 1, pero uno de los grandes jefes del equipo, Ross Brawn, creía aún en el proyecto... lo que le llevó a comprar el equipo por una libra. Sin prácticamente tests de pretemporada ni dinero, se presentaron al Gran Premio de Australia... donde vencieron. La historia se repitió en nueve ocasiones, sorprendiendo a las casas de apuestas F1. Fue la única temporada de Brawn en la parrilla, ya que Mercedes compró el equipo al finalizar la temporada... con los resultados ya de sobra conocidos.
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