El piloto galo cuenta su propia experiencia en la casa austriaca, así hicieron paso al joven talento que ahora lucha por su primer título. Ahora nos parece uno de los fijos en la parrilla, pero debemos remontarnos a un 18 de agosto de 2014, pues ese fue el día en que Toro Rosso anunciaba a Max Verstappen como su piloto para 2015, ahora es joven, pero por aquel entonces era tan solo un crío de 17 años. ¿Por qué la puerta de salida se abría para Jean-Éric Vergne? Hasta ese momento había sumado 11 puntos por los 6 de su compañero, Daniil Kvyat. Y más tarde eso se convertiría en un 22 contra 8, pero ya a nadie le importó, pues todo estaba decidido. El paso de la temporada 2014 a la de 2015 fue bastante movido para el entorno de Red Bull.
Pues el talento de un chiquillo neerlandés llamaba a la puerta, por otra parte, y sin esperarlo por Helmut Marko, Sebastian Vettel decidió apostarlo todo al rojo y dejar atrás a la marca de bebidas energéticas pese a sus años de gloria juntos. Pero para este entonces todo estaba acabado para el piloto galo, aunque guardara una esperanza, solo se confirmó que Marko le había mentido. Sebastian Vettel marchó y su asiento fue ocupado de forma fugaz por Kvyat, sí aquel que había sumado casi un tercio menos de puntos en la temporada previa que Vergne. Pero ni el deseo de subir a Red Bull ni el consuelo de quedarse en Toro Rosso, entró en escena Carlos Sainz y eso acabó con el sueño de otro piloto más a manos de los austriacos.Puede que Red Bull haya ayudado a muchos a subir escalones, aunque cuando se trata de cerrar puertas no tienen piedad ni rivales, quizá porque sea la élite del deporte, pero golpes así son difíciles de remontar, ya se ha visto el auge de la psicología en el deporte, este no será un motivo alejado. La historia del galo no fue la primera ni será la última del rodillo austriaco y las artes de Marko, pero Vergne ha decidido dar voz a su propia historia.
La puerta de atrás de Red Bull vista por Jean-Éric Vergne
"Tenía 10 kilos de más en cada sesión de clasificación, y era bastante difícil luchar contra Kvyat. En 2012 y 2013 creo que no era muy competitivo en clasificación, y realmente lo mejoré durante el invierno y para 2014 fui mucho más competitivo. Fue un poco de mala suerte, por cómo se dieron las cosas. Recuerdo que en verano llevaba más puntos que Kvyat, la primera mitad de la temporada fue muy buena. Recuerdo que en Budapest, antes del parón veraniego, fui segundo durante más de la mitad de la carrera, cuando la pista estaba mojada, con Nico Rosberg detrás de mí. Obviamente, al final se secó y no tuve suerte, pero, aun así, terminé en los puntos y fue una carrera muy buena para nosotros".
"Recibí una llamada en verano para decirme que iba a ser sustituido por un piloto más joven, sabía que era Max Verstappen. Me dije a mí mismo que así era el juego, que no había lugar en Red Bull. Helmut Marko me dijo: 'A final de año, se acabó'. Fue positivo que me lo dijera tan pronto en la temporada, pero al mismo tiempo fue probablemente mi mayor problema que me lo dijera tan pronto. Como se había anunciado en la prensa que iba a dejar Toro Rosso, cuando Vettel decidió irse a Ferrari en el Gran Premio de Japón, si me llamaban para ir a Red Bull eso habría causado muy mala impresión, porque en esa conversación con Helmut, le dije: '¿Y si Vettel se va?' Y respondió 'Vettel no se va a ir', a lo que le respondí 'Sí, pero ¿y si lo hace?'. Él me dijo: 'Entonces serás el siguiente en ir a Red Bull".
"Nos enteramos el sábado o el viernes de que Vettel se iba a Ferrari, y Red Bull quiso responder de inmediato. Anunciaron a Kvyat esa mañana, sin hablar con nadie. Y junto a lo que le pasó a Jules (Bianchi) en ese gran premio, fue un momento muy duro. Franz Tost [director de la Scuderia Toro Rosso en aquel entonces] quería mantenerme, porque quería tener un piloto experimentado junto a Max, pero de nuevo, Red Bull podría haber dicho 'OK, mantendremos a Vergne en Toro Rosso', pero había otro piloto muy joven y prometedor, Carlos Sainz. Le pusieron en lugar de Kvyat, que se iba a Red Bull".
"Ese año había sido muy complicado, ojalá Helmut hubiera hecho lo que ha hecho con muchos pilotos, esperar al final de la temporada para decirles que se acabó, porque si hubiera esperado, con los grandes premios que hice antes de Japón, estaba en una posición mucho mejor que Kvyat para ir a Red Bull".
Al preguntar al galo por su esfuerzo para agradar al directivo de Red Bull, Christian Horner, parece que se sincera y acepta su parte de culpa en lo sucedido, fuera por aquella llamada o no, esto es lo que contó el piloto. "Digamos que lo dejé demasiado en manos de la suerte y no en mí control. Debería haber tomado un poco más de control. De lo contrario, probablemente estaría en una situación bastante diferente hoy, y probablemente habría tenido mi oportunidad en Red Bull". Reconocer algunos errores del pasado ayuda a mantener la conciencia tranquila y a mirar hacia el futuro sin las cargas del pasado, en resumidas cuentas a cerrar heridas, aunque sus cicatrices queden para siempre. El proceso tampoco es que le fuera mal, pues tras ello se pudo ver sus buenas dotes de piloto en la Fórmula E y en la resistencia, aunque pueda que salga alguien a desprestigiar, es de agradecer la sinceridad total del piloto. Y se muestras así, una vez más, que también hay vida como pilotos fuera del Gran Circo y sus focos de glamur.
