Cuando acumulas años y años sin lograr un Campeonato, la gente acostumbra, por regla general, a olvidar los éxitos del pasado. Es, en cierta medida, lo que le ocurrió a Fernando Alonso en la Fórmula 1. Su dos títulos mundiales y tres subcampeonatos se vieron empañados por una última etapa en la categoría marcada por la frustración y los malos resultados. Es por ello por lo que el asturiano busca resarcirse de la mano de otras competiciones. Uno de sus objetivos en 2019 es alzarse con la Triple Corona (algo que a día de hoy solo ha logrado Graham Hill), un reto que cada vez tiene más cerca tras conseguir el triunfo en las 24 Horas de Le Mans. En caso de lograrlo, pasaría a los anales de la historia del automovilismo, y según el ex piloto de F1, Pedro Martínez de la Rosa, en Oviedo, su ciudad natal, deberían hacerle un monumento.
Del mismo modo, asegura que una de las claves del éxito del asturiano es que, además de ser muy exigente con sus respectivos monoplazas y equipos, también lo ha sido consigo mismo, lo cual le ha hecho crecer carrera tras carrera. En lo que respecta al único piloto español activo en la Fórmula 1, Carlos Sainz, destaca de él su capacidad para analizar cada aspecto hasta el último detalle; algo que le permite saber qué hacer en cada momento. Igualmente, reconoce que ha heredado el espíritu competitivo de su padre.
Al alcance de muy pocos
"¡Si Fernando consigue la Triple Corona, hay que hacerle un monumento en el centro de Oviedo! No sé si es el piloto más versátil de la historia, pero seguro que estaría en el top. Además, en un mundo del automovilismo dominado por especialistas, esto tiene mucho mérito. Conozco más a Fernando porque hemos competido y trabajado juntos, tanto en McLaren como en Ferrari. Él es muy estricto con su equipo, pero siempre va de cara y es el primero en exigirse a sí mismo. A Carlos, por ejemplo, no le conozco tanto, pero es muy analítico y siempre examina todo con el máximo detalle. Tiene las ideas muy claras y el carácter ganador de su padre", ha comentado el catalán en unas declaraciones concedidas a La Voz de Asturias.
Entretanto, De la Rosa también ha tenido palabras para Robert Kubica, que esta temporada vuelve a la categoría como piloto oficial después de nueve años. Del polaco destaca su lucha y perseverancia, ya que no lo ha dejado de intentar hasta que finalmente ha logrado un hueco en una Fórmula 1 en la que cada vez es más complicado recalar; y más aún regresar siendo un piloto de cierta edad. La mala noticia para él es que lo ha hecho en el peor equipo actual de la parrilla, Williams: "Es increíble lo que está haciendo tras su lesión. Tiene muchísimo mérito, y solo puede ir a más. La primera vez que vi a Robert conducir un Fórmula 1 fue en Paul Ricard 2005 con BMW Sauber. ¡Volaba! Hacía tiempos espectaculares durante los tests y yo no sabía ni pronunciar su nombre. Es un gran tipo. Más que un luchador, diría que es un gladiador, y obviamente le deseo lo mejor. Ha sufrido mucho en los últimos años", ha proseguido.
Leclerc, un diamante en bruto
Por otra parte, el ex piloto nacido en Barcelona destaca a dos pilotos novatos por encima del resto: Charles Leclerc, el cual denomina como su favorito para llevar a cabo un gran papel a lo largo de 2019, y George Russell, que lo tendrá mucho más complicado a los mandos del FW42. En lo referente a Lando Norris (McLaren) y Alexander Albon (Toro Rosso), si bien reconoce que ambos cuentan con grandes cualidades, cree que deberían haber permanecido una temporada más en Fórmula 2: "Entre los jóvenes, Leclerc es el piloto que más me gusta. Ver cómo es capaz de manejar la presión dentro de un equipo como Ferrari será interesante. Otro que me gusta mucho es George Russell, que dominó el año pasado en una Formula 2 muy competida. También me interesa mucho ver cómo maduran y evolucionan Lando Norris y Alexander Albon, dos buenos pilotos que quizás hubiesen necesitado una temporada más en Fórmula 2 antes de haber recalado en la máxima categoría", ha señalado para concluir.
