Ya no forma parte de la parrilla oficial de la Fórmula 1, pero Fernando Alonso ocupa muchas más páginas en la prensa que gran parte de los integrantes de la categoría. Tras su victoria en Le Mans y la posterior consecución del Campeonato del Mundo de Resistencia, al español vuelve a perseguirle la alargada sombra de la F1. Y es que el hecho de no aclarar sus desafíos de cara a 2020 ha generado innumerables debates sobre dónde competirá el actual embajador de McLaren la próxima temporada. El propio Alonso se ha mostrado tajante al respecto: solo volverá a la Fórmula 1 si lo hace a los mandos de un monoplaza que esté capacitado para luchar por el título, por lo que sigue manteniendo una puerta abierta al respecto. El asturiano no quiere repetir el calvario vivido en los últimos años, pero si le ofrecen una posibilidad a la altura, no dudaría en volver a enfundarse el mono y correr en el "Gran Circo". El problema es que sus alternativas son bastante limitadas. Con Red Bull y Mercedes prácticamente fuera de la ecuación (si bien es cierto que ya habló con los alemanes tras el adiós de Rosberg), su única opción viable sería Ferrari, sin embargo, es muy poco probable que Sebastian Vettel se marche del equipo italiano.
"En el futuro estoy abierto a propuestas interesantes. Solo decidiré regresar a la F1 si hay una posibilidad real de ganar el Mundial, ya que no me interesan los proyectos que comienzan de cero; quiero un coche ganador de inmediato. Si la Fórmula 1 aparece de nuevo de una manera atractiva, no tengo ninguna duda: volvería al Gran Circo. En el pasado tuve contacto con Mercedes. Ya en 2016, cuando Nico Rosberg optó por renunciar, hablé con Toto Wolff, pero al final nunca llegamos a un sí definitivo", ha manifestado en unas palabras para la revista Man in Town.
No se arrepiente de sus determinaciones
Entretanto, el bicampeón de la máxima categoría del automovilismo asegura no arrepentirse de sus decisiones del pasado, como pudo ser el fichaje por McLaren, el cual derivó en su peor etapa profesional en la F1: "Hay cinco o seis equipos principales que tienen períodos de dominio. Lo cierto es que es difícil entender cuál es el correcto en ese año y a qué escudería es mejor ir. Me siento afortunado de haber estado tantas campañas en la categoría, incluso aunque no tuviera un coche ganador. He estado dos veces muy cerca del título mundial, pero ya lo había ganado antes. Soy instintivo, y si en un momento dado tengo ganas de esa elección, significa que tengo que hacerlo. No me arrepiento en ese sentido porque hice lo que sentía. Como ocurre en todos los deportes, no hay fecha de vencimiento, aunque sientes que tu cuerpo responde mejor entre los 25 y los 30 años, y esos son los años en los que me sentí físicamente más fuerte. Aun así, la experiencia que adquieres con el paso del tiempo también tiene su importancia", ha proseguido.
Por otra parte, ve normal que a Charles Leclerc le esté costando adaptarse a su primer año bajo las órdenes de los hombres del "Cavallino Rampante", ya que es muy joven y en unos meses ha saltado de un equipo de la zona media-baja de la parrilla a otro que es candidato al título, con la presión que eso conlleva. Igualmente, cree que Ferrari debe armarse de paciencia para afrontar la compleja situación que tiene entre manos a día de hoy: "Este primer año será difícil para Charles, pues sentirá mucho la presión y tendrá que asimilarla, pero en el futuro lo tendrá todo para conseguir un gran éxito. En cuanto a Ferrari, deben tener paciencia. No es fácil cuando cada fin de semana esperas una victoria. Los italianos forman el equipo más conocido y querido del mundo. Cuando corría para ellos, carecían de habilidades y de recursos técnicos, pero éramos muy competitivos. Ahora el clima es muy competitivo, pero la presión excesiva no ayuda, y tampoco Mercedes, que es muy fuerte", ha añadido para finalizar.
