Esta temporada las cosas han cambiado mucho para la mítica escudería de Williams, en estos momentos ocupa la última posición de la clasificación de constructores, con tan solo cuatro puntos en su poder. Tras cinco Grandes Premios disputados, la pasada campaña a estas alturas los de Grove estaba mejor posicionados; por entonces ya habían logrado hacerse con un botín de 18 puntos. Exactamente catorce puntos más de los que tiene ahora. La alineación de la escudería se mantiene al 50%, ya que Lance Stroll conserva su asiento, pero el de Felipe Massa lo ocupa ahora Sergey Sirotkin. Además, en Williams pueden contar con la experiencia de Robert Kubica, un piloto que sin duda puede aportar mucho al equipo.
El expiloto, Alex Wurz, habló en la televisión austriaca sobre los problemas que padece la escudería de la que fue piloto. El austriaco piensa que identificar el problema es tan solo una pequeña parte de intentar enmendarlo, aunque afirma que en Williams ya trabajan en esa dirección. Tirar el año no es una solución, no pueden dejarlo en el olvido, ya que es algo que viene de atrás y ahora se está acrecentando. Está previsto que las modificaciones sean instaladas antes del parón veraniego de la F1. Aunque Wurz destaca por encima de todo que esta es una situación perfecta para crecer como equipo y remar unidos para crear una base sólida. Deben ser conscientes de que son sus principales rivales, están en una batalla interna y no con el resto de marcas, apuntaba el austriaco.
Una batalla contra ellos mismos
"Perdemos carga aerodinámica en el difusor, en el suelo. Tuvimos este problema ya el año pasado, pero es muy molesto y ahora se está agravando. Perdemos mucho agarre y, por ello, el piloto no tiene nada de confianza en el coche. Ese es nuestro problema, identificarlo es solo el 10%, corregirlo es la tarea complicada. Deben ser un error en algún lugar del software y en la simulación, eso ha estado fallando aquí desde 2015, pero es solo en pequeñas partes y zonas. Es muy positivo para el equipo que estemos alerta al respecto, aunque los tiempos por vuelta estén cayendo tan drásticamente, todos están remando en la misma dirección".
"Esta crisis es una oportunidad para todos nosotros de conseguir unirnos y tener una cultura de equipo, de estar abiertos a los demás y poder ir hacia delante. Esta es la oportunidad del equipo para construir una base sólida. Están haciendo muchas cosas, a partir de las cuales se pueden crear nuevas formas de aerodinámica. Decidimos hacerlo en Melbourne, pero probablemente lo instalaremos en el coche justo antes de las vacaciones de verano. Sigue siendo carreras y no queremos afrontarlas como algo en lo que solamente hay que ver la bandera a cuadros. Es una batalla. Ahora es más una lucha contra ti mismo, en lugar de contra el resto de coches. Tratar de ser lo más competitivo que puedas".
