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Cómo pasé una tarde con un desconocido

Cómo pasé una tarde con un desconocido

mariexbecker

mariexbecker

22/06/2025 21:30

Bueno, amigos, hoy de nuevo los entretendré con mi historia...

A la sombra del atardecer, cuando el sol, como una bola de fuego, se hundía lentamente en el horizonte, me sentaba en el balcón de mi acogedor apartamento. Una suave brisa jugaba con mi cabello, moviéndolo como olas en la superficie del mar. Sentía cómo el calor de ese día se desvanecía gradualmente, dejando tras de sí una dulce anticipación de la noche, llena de misterios y promesas.

Mi vida estaba llena de días grises, pero en ese momento decidí que hoy sería especial. Me puse un vestido de gasa fina que envolvía mi cuerpo como un suave beso. Resaltaba cada línea, cada curva, y sentía cómo la confianza me llenaba, como el vino que se derrama en una copa. Sabía que esta noche podría ser el comienzo de algo inolvidable.

Reuniendo mis pensamientos, salí a la calle. Las calles estaban llenas de vida y el aire estaba impregnado de magia. Me dirigí a un bar donde se reunían buscadores de aventuras y romance. El corazón latía con la expectativa y no podía deshacerme del pensamiento de que hoy me encontraría con alguien especial.

Dentro del bar reinaba un ambiente de ligereza y diversión. Pedí una copa de vino tinto y me senté en una mesa junto a la ventana, observando a la gente que reía y conversaba. De repente, mis ojos se encontraron con su mirada. Estaba sentado en una esquina, enmarcado por una suave luz, su cabello oscuro ligeramente despeinado y su sonrisa tan atractiva que no podía apartar la vista.

Con cada minuto, sus ojos me atraían más, como un imán. Sentí una cálida corriente recorrer mi cuerpo y me decidí. Levantando mi copa, tomé un sorbo y, como por magia, me encontré a su lado. Intercambiamos saludos y su voz resultó ser tan profunda y aterciopelada que no pude evitar sonreír.

La conversación fluyó con facilidad, como si nos conociéramos de toda la vida. Él hablaba de sus viajes, de cómo buscaba inspiración en cada rincón del mundo. Yo compartía mis sueños y esperanzas, y pronto nos encontramos en un mundo donde solo existíamos nosotros dos. El tiempo dejó de tener importancia y sentí cómo surgía un hilo invisible entre nosotros, conectando nuestras almas.

Cuando él sugirió dar un paseo por la ciudad nocturna, acepté sin dudarlo. Caminamos por las calles iluminadas por la suave luz de las farolas, y su risa era como música llenando el aire. De repente, se detuvo y sentí su aliento en mi piel. En ese momento, el mundo a nuestro alrededor desapareció y solo quedamos nosotros, nuestros corazones latiendo al unísono.

Él se inclinó más cerca y sentí cómo sus labios tocaban los míos. Fue un beso tierno, pero al mismo tiempo apasionado, que encendió un fuego en mí del que ni siquiera sospechaba. Le respondí y nos fundimos en ese instante, olvidando todo lo que nos rodeaba.

La noche continuó y cada nuevo beso era como una promesa que nos hacíamos el uno al otro. Encontramos un lugar solitario en el parque, donde la luna brillaba suavemente, y abrazados, nos convertimos en parte de esa noche mágica. Sentía cómo sus manos exploraban mis curvas y su aliento se volvía cada vez más cálido.

En ese momento, cuando nuestros labios se encontraron de nuevo, supe que esta noche no era solo un encuentro. Era una chispa capaz de encender una llama que ardería por mucho tiempo. Sabía que esto era solo el comienzo de nuestro increíble viaje, lleno de pasión, ternura y momentos inolvidables.

Por cierto, de repente me di cuenta de que últimamente conozco a hombres a través de Internet, y no como antes. Y normalmente me quedo en http://sweepsex.life

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