Pero en los dos próximos Grandes Premios, el revirado Hungaroring dejará paso a dos circuitos dominados por sus largas rectas y baja carga aerodinámica: Spa y Monza.
"En la bajada hacia Eau Rouge y en la larga recta de atrás, así como en la última parte de vuelta a la recta de meta, perderemos tiempo", señaló el jefe de Red Bull, Christian Horner.
"Será en el sinuoso segundo sector donde tendremos que recuperar el tiempo", afirmó convencido el británico.La moderada carga aerodinámica exigida en Spa y la prácticamente nula que se necesita en Monza, dejan la competitividad del monoplaza en manos de los motores. Algo que según Mark Webber preocupa a Red Bull.
"Nosotros sabemos que no tenemos el motor más potente", reconoció Webber, quien sin embargo quiso ver en las diferentes características técnicas de los circuitos un reto para su equipo.
"Consigues los mismos puntos independientemente del circuito, pero cada uno de ellos proporcionan diferentes retos para nosotros como equipo y técnicamente para los coches", añadió el piloto australiano.
Red Bull tratará de hacerlo lo mejor posible en los dos próximos Grandes Premios, esperando la llegada de circuitos más propicios para su monoplaza como podrían ser los de Singapur y Corea por sus curvas lentas similares a las de Hungría, o el de Suzuka, caracterizado por sus largas y suaves curvas y sus enlazadas.
