Mateschitz admite que después de haber logrado unos resultados tan buenos en 2009, este año es lógico exigir el siguiente nivel, es decir, el campeonato. "Tenemos la convicción de que hemos avanzado respecto el año pasado. El año pasado queríamos acabar entre los tres primeros, objetivo que se logró cómodamente".
"Este año tenemos que luchar por el título ya que ahora somos uno de los equipos más rápidos. A partir de ahí, todo deenderá de posibles decisiones de la FIA, errores de pilotaje, fiabilidad, coches de seguridad y etcétera."
Mateschitz cree que las enormes y numerosas disputas en torno al famoso doble difusor dañaron a su equipo, y reconoce abiertamente que Sebastian Vettel pudo haber sido campeón de no haber sido por ese asunto. "A inicios de año, éramos el único equipo sin el difusor que podía pelear con Brawn. Si se tiene en cuenta que tuvimos que hacer un coche nuevo, Vettel bien pudo haberse alzado campeón.
El austriaco también se muestra convencido de que tanto Vettel como su compañero Mark Webber están preparados para el reto, y ve claro que su rivalidad es buena para el equipo. "Como Sebastian, es capaz de hacerlo. Dos pilotos con el mismo empuje no son un problema sino una ventaja ya que se presionan mutuamente hacia sus límites. Sebastian cuenta con más victorias y poles que Mark, pero las vueltas rápidas están igualadas"."Por su forma natural de ser Mark puede aumentar su límite de manera considerable. Por su parte, Vettel es un puro producto de nuestro programa de pilotos, lo que supone una satisfacción adicional para nosotros".
