Saab, inmersa en fuertes perdidas, ha sido puesta en venta por la gigante estadounidense General Motors y también ha llamado la atención de un viejo conocido de la Fórmula Uno, el fabricante holandés de automóviles deportivos Spyker.
El propietario de los derechos comerciales de la Fórmula Uno, tras confirmar su interés, declaró a la agencia norteamericana Bloomberg que Saab "es una buena marca, que tal vez han descuidado sus actuales propietarios". "Nosotros no somos los dueños todavía, así que vamos a ver qué pasa," concluyó Bernie.
La empresa, que lleva desde 2001 en números rojos y perdió en 2008 el equivalente de 412 millones de dólares, podría cerrar si no se concreta la venta dejando sin trabajo a sus 3.400 empleados, parte de los cuales se manifestó esta misma semana frente a las oficinas de GM en Detroit.