"La sanción fue dictada por un Consejo Mundial al servicio de un ajuste de cuentas personal, destinado a apartarme de la competición," comenta Briatore, que asegura no tener prisa por volver a trabajar en Fórmula Uno: "Hay tiempo para ver si vuelvo".
El próximo paso de Briatore en la justicia será demandar a la familia Piquet. "Es muy probable (que inicie una demanda). El mal que se me ha hecho no se olvida en un día", aseguró en declaraciones a la Gazzetta dello Sport, explica el antiguo patrón de Renault.
El italiano también se ha acordado de uno de sus 'antiguos amigos' en el Gran Circo, el ex presidente de la FIA, Max Mosley, a quien señala como auténtico responsable de todo lo que aconteció a raíz de que se destapara la trama acontecida en Singapur 2008."Fue un caso de venganza de Mosley, que siempre ha dirigido la FIA y el Consejo Mundial como si fueran de su propiedad privada," comentó Briatore. "Me dijo que yo no tenía nada que hacer en este asunto. Y llegó el veredicto. Era innoble después de 18 años en Fórmula Uno",
"Primero me hizo perder títulos, primero con Schumi, después con Alonso, y después me destrozó con esta historia", indicó Mosley, que espera que las cosas en la Federación mejoren con Jean Todt. "Conozco a Jean hace años y puedo apostar por su honestidad."
