El director de Mercedes AMG F1, Toto Wolff, ha declarado que el equipo no está confiado al cien por ciento en la fiabilidad de su nuevo monoplaza para la primera disputa de esta temporada en Australia, y esto se debe a que no todas las piezas del coche han sido probadas en su resistencia.
Afrontando la nueva reglamentación que impone un límite máximo de tres unidades de potencia a usar en el coche de cada piloto a lo largo de toda la temporada, las unidades tendrán que durar siete carreras, los pilotos sólo cuentan con dos versiones disponibles de algunas partes esenciales en el motor híbrido (los MGU-K y MGU-H), lo que se traduce en que tendrán que funcionar hasta once carreras sin cambiarse. "La reducción en el número de componentes de las unidades de potencia significa que la fiabilidad jugará de nuevo un papel importante en 2018", comentó Wolff.
Las complicaciones climáticas que existieron durante los ocho días calendarizados para las pruebas de pre-temporada en Barcelona, significaron una disrupción a las pruebas de longevidad del hardware de los equipos, "en términos de fiabilidad las pruebas se vieron bastante bien, pero necesitamos ser cuidadosos de no llegar a ninguna conclusión con ello, pues a pesar de haber obtenido un gran kilometraje con el nuevo monoplaza en Barcelona, muchos de sus componentes no han estado ni cerca de las circunstancias en las que tienen que funcionar y completar carreras a lo largo de la temporada", recalcó el director de la escudería inglesa.
El top 3 a por el campeonato
Wolff comentó que sin duda está a la expectativa de un gran espectáculo en la lucha por el campeonato este 2018, pues le parece que Red Bull entrará en la jugada fuertemente. "El año pasado, la competencia estaba bastante cerrada y no tuvimos momento para relajarnos. Ferrari puso la pelea muy difícil y tuvimos una batalla sumamente fuerte entre plateado y rojo", comentó, "este año promete una emocionante pelea de tres bandos entre nosotros, Ferrari y Red Bull".
