La decisión ya fue tomada, y una nueva temporada verá brillar a Williams y su joven plantilla de pilotos. Sergei Sirotkin, y no Robert Kubica, será quien corra para los de Grove. Pese a las críticas que esta decisión ocasionó, la historia nos dice que no es sorprendente que la elección del nuevo piloto de Williams haya sido, en cierto modo, 'a ciegas'. Os presentamos cinco ocasiones en que la escudería británica ha optado por confiar en pilotos con muy poca experiencia para completar su alineación.
Jaques Villeneuve
Nigel Mansell suscitó una gran sensación cuando en la temporada de 1993 abandonó su puesto en Williams tras ganar el título, para marchar a los Estados Unidos y sumergirse en las aguas del Indycar para llevarse, a la primera, el título también. Tres años después Williams volvería a embarcarse en una transacción transatlántica: el fichaje del joven canadiense de 24 años, Jacques Villeneuve. Hijo del legendario piloto de Ferrari Gilles Villeneuve, el joven piloto llegó a Williams tras proclamarse campeón tanto en las Champ Car World Series como en las 500 millas de Indianápolis. Este mérito, sin embargo, no fue suficiente para asegurar su estatus como futuro piloto de Formula 1, y el riesgo de realizar tal cambio de disciplina fue para muchos demasiado peligroso para un equipo que aspiraba a todo por aquel entonces.
Villeneuve sin embargo no tardó en silenciar toda crítica, con un subcampeonato en su primer año, y consiguiendo el título en su segundo año. Con sus 13 poles y 11 victorias en dos años, el equipo Rothmans Williams Renault demostró haber realizado la apuesta perfecta, confiando en un extraño que demostró su bagaje y capacidad de adaptación con un control impresionante de la potencia francesa. La crítica que hacía de el un capaz piloto de la rudimentaria tecnología americana, pero se desconfiaba mucho de su capacidad a la hora de domar a la sofisticada Formula 1. En su primer intento, Villeneuve ya consiguió una pole en frente de su experimentado compañero Damon Hill, lo que inauguró una carrera de diez años en la Formula 1.
Heinz-Harald Frentzen
En este caso no se puede afirmar que resultara una sorpresa el fichaje de Frentzen por Williams en 1997, puesto que se le comparaba favorablemente con el entonces dos veces campeón Michael Schumacher, gracias a sus méritos en la formula junior. Llevaba ya varios años tratando de hacerse un puesto entre los grandes, corriendo con la mediocre Sauber y consiguiendo resultados del todo inesperados para un novato. Lo que sorpendió de su fichaje fue el ritmo frenético que tomaron los acontecimientos. Uno no espera que el campeón de la categoría termine temiendo perder su puesto solo un año después. Menos esperarías que el hombre que fuera a sustituirlo fuera uno de los más jóvenes de la parrilla.
En 1996 esto fue lo que sucedió: Damon Hill fue informado de su destino justo en el cénit de la lucha por el título con su compañero de equipo Jacques Villeneuve. De todas formas, la actuación del alemán durante los dos años que corrió con Williams no fue suficiente para deslumbrar el poderío de Villeneuve. Una segunda posición en su primer año, con una única victoria, y un segundo año con un solo podio, acabaron por dejar fuera a Frentzen, que no volvería a mejorar su posición hasta años después, cuando en 1999 se hizo con un tercer puesto en el Mundial de Pilotos, punto que marcó su declive hasta su retirada en 2003.
Alex Zanardi
El fichaje de Alex Zanardi en 1999 fue un movimiento que ya resultaba bastante inspirado por entonces. El italiano era considerado uno de los pilotos más completos del momento, tras haber triunfado en los Champ Car series de américa después de un primer intento en la Formula 1. Su triunfo durante dos años consecutivos lo convirtieron en una carta bajo la manga para un equipo experimentado en fichar a los pilotos apropiados como Mansell, Rosberg o Jones, y en ese momento parecía que Zanardi estaba cortado bajo el mismo patrón. Pero, por otra parte, el equipo sabía cuánto se la estaba jugando. Si, Villeneuve había sabido hacer la transición perfecta, un éxito brillante en su comienzo con el equipo, pero desde entonces los Grove habían bajado mucho las expectativas, ya que el nivel también había disminuido sobremanera.
Se necesitaba un empujón, y se dudaba mucho si el italiano sería capaz de conducir un formula 1 a la perfección, después de haberse acostumbrado a la basta conducción de los Chip Ganassi. Finalmente, el fichaje resultó siendo un desastre absoluto, con un Zanardi fracasando a la hora de puntuar siquiera en toda la temporada. Diez retiradas dieron como fruto la salida del italiano antes de que se cumpliera un año desde la firma del contrato. La sorprendente derrota de Zanardi no alejó el foco de Williams en las Champ Car, puesto que, por tercera vez, en 2001, los ingleses se fijaron en un Juan Pablo Montoya que ya había probado los monoplazas como piloto de pruebas. El campeón de la F3000 representaba, no obstante, mucho menos riesgo para los de Grove.
Jenson Button
Con un espacio en blanco al lado de Ralf Schumacher en la alineación, la temporada de 2000 que siguió a la prematura salida de Alex Zanardi presentaba más de una opción para rellenarse. La lógica sugería que Williams optaría esta vez por fijarse en los jóvenes pilotos de prueba que venían trabajando con ellos, como por ejemplo el recientemente campeón de la F3000 Bruno Junqueira. En cambio, el equipo decidió apostar de nuevo por un piloto extraño: el elegido sería un jovencísimo Jenson Button, de tan solo 19 años. Un prodigio del karting, con solo dos temporadas de conducción automovilística a sus espaldas, el futuro campeón del mundo asombró a todos con su llegada prematura a un equipo grande, demostrando una velocidad innata, y una madurez insólita para un joven de su edad.
Un test de tanteo encontró a ambos pilotos, Junqueira y Button, luchando mano a mano para demostrar sus aptitudes como pilotos profesionales. Los resultados fueron absolutamente equilibrados, sin embargo, la decisión cayó del lado de Button, fruto de, tal y como él mismo aseguró, un golpe de instinto del propio Sir Frank Williams. No todo el mundo resultó impresionado con las aptitudes del joven Button, sin embargo. De hecho, las dudas que siguieron al fichaje del inglés, como, por ejemplo, las de Sir Jackie Stewart, que aseguraba que el fichaje resultaría problemático para un chico que "debería haber terminado antes sus clases", serían más tarde denostadas. Doce puntos consiguió en su primera temporada, y cuatro años después se haría con la tercera posición de la tabla con Honda, y en 2009 consiguió proclamarse campeón del mundo de la mano de Brawn GP F1 Team.
Lance Stroll
Por último y más reciente, el fichaje de Stroll ha sido la última apuesta ciega de Williams antes del anuncio del fichaje de Sergei Sirotkin. Demasiado joven, es para muchos uno de los fichajes más problemáticos, junto al de Max Verstappen con Red Bull. También se acusaba al canadiense de haber conseguido su puesto gracias al dinero de su padre, pero al final del 2016, en torno a tanto comentario sobre su decisión, Williams firmó el contrato con Stroll, que acompañaría en su último año de competición al brasileño Felipe Massa. Lance Stroll llegó a Williams tras haber conseguido proclamarse campeón en cada competición en la que había participado desde 2014. La F4 Italiana, Toyota Racing, y la Formula 3, fueron sus galardones, sin embargo la desconfianza se cernió cobre el canadiense, que ocupaba el cockpit de Williams con tan solo 18 años. Se convirtió, al final de la temporada de 2017, en el segundo piloto más joven en ocupar el podio y el más joven en hacerlo en su año de debut.
