A esta altura de los acontecimientos se haría muy largo recordar la cronología que ha desembocado en la ruptura de McLaren con Honda, la vinculación de McLaren con Renault, la de Toro Rosso con Honda, la de Carlos Sainz con Renault, y la continuidad de Alonso en McLaren.
A la hora de remitir esta nota, solo faltaban los anuncios oficiales de esta movida que ha involucrado a varias partes. A ver. Lo de McLaren y Honda no tenía razón de continuar. La separación era algo que se fue afirmando a lo largo del año. Cero sorpresa.La unión, por tres años, con Renault apareció hace varios meses como la opción mas lógica teniendo en cuenta que Mercedes y Ferrari se bajaron prontamente de la posibilidad de suministrar sus motores. Será Renault entonces el impulsor del equipo británico. ¿Alcanzará para recuperar el nivel perdido?
Intentando ser objetivo puedo presumir que habrá un salto de calidad y confiabilidad pero no creo que alcance para llegar a Mercedes y Ferrari. Seguramente McLaren estará como Red Bull, lo que no es poca cosa, y frecuentara zona de puntos, habrá podios y hasta pueden soñar con alguna victoria.
Aquí es donde calza la continuidad de Alonso. Al confirmarse prontamente plazas importantes, solo pudo evaluar su continuidad en McLaren o el cambio a Williams o bajarse por un año de la Formula 1.
Elegir McLaren creo que ha sido una buena decisión. Se siente cómodo con la gente del equipo, conoce a los franceses de Renault y su capacidad le permitirá pelear por puestos más relevantes.
Toro Rosso recibirá los motores Honda. A priori parece una jugada arriesgada pero pensando a futuro también suena lógica.
Tendrá todo 2018 para ver dónde llegan los japoneses. Deberían mejorar, se supone eso. El aire fresco de esta nueva relación puede permitirse un tiempo de bonanza y buen clima. Después habrá que ver pero todo estará relacionado con los resultados.
Honda proveerá motores, hará una inversión económica muy importante y tendrá a disposición de Toro Rosso toda la tecnología que pueda servir al desarrollo del coche. Es claro que si Honda encuentra el camino y las prestaciones son optimas, en 2019 tranquilamente podría proveer a Red Bull que necesita mas potencia de la que le entrega hoy día Renault.
La salida de Carlos Sainz hacia Renault dicen que ha sido el precio pagado por Toro Rosso para liberarse del acuerdo con los franceses por los motores.
Sainz, según mi opinión, es uno de los pilotos que viene pidiendo a gritos un coche competitivo. Pues bien, tendrá la posibilidad de pilotar para Renault y despegar definitivamente hacia los top five o quedarse como uno más de los veinte.
El desafío es enorme. La primera referencia será su compañero de equipo, el efectivo Nico Hülkenberg,
Sainz ha demostrado que pudo competir de igual a igual con Verstappen y con Kvyat. Con ambos ganó y perdió y siempre fue competitivo.
El madrileño juega una carta brava. Un buen 2018 podría afirmar su continuidad en Renault o bien su ingreso a Red Bull sabido es que a fines de ese año terminan los contratos de Ricciardo y Verstappen, y sabido es también que los dos pueden cambiar para 2019 de acuerdo a lo expresado por ellos mismos.
Por eso, en toda esta movida de pases, me parece que Sainz ha logrado la evolución que necesitaba y deseaba. Así es la Formula Uno. Cambiante, atractiva, por momentos dura -y sino pregúntenle a Palmer- y desafiante.
Cada cambio es una especie de resurgir. Barajar y dar de nuevo fue la consigna de varios de los involucrados en este mercado. Veremos quien ha recibido la mejor carta. Las mismas empiezan a jugarse.