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Paciencia y trabajo para Red Bull. Único camino para volver a ser campeón
LA OPINIÓN DE EDUARDO RUIZ

Paciencia y trabajo para Red Bull. Único camino para volver a ser campeón

Paciencia y trabajo para Red Bull. Único camino para volver a ser campeón

Eduardo Martín Ruiz    5 de Julio 2017 21:00

16 comentarios

Las comparaciones son odiosas pero inevitables.

Eso sucede cuando uno quiere analizar el presente de Red Bull e inmediatamente le vienen a la cabeza infinidad de carreras ganadas -38 con Vettel y 9 con Webber- y cuatro mundiales de pilotos y copa de constructores en el período dorado de la marca entre 2010 y 2013.

Números que impresionan, campeonatos que encandilan y la conclusión de algunos que dicen que llegar a ser número uno es difícil pero mantenerse es más difícil aún.

Red Bull tuvo su momento soñado y hoy transita un camino cuyo objetivo es llegar otra vez a la cúspide. Difícil. No imposible pero difícil en esta Fórmula Uno donde Mercedes ha sacado una buena ventaja, quizás ahora empardado en rendimiento por Ferrari.

La conjunción de Red Bull, Sebastian Vettel, Adrian Newey y Renault, funcionó a pleno en el lapso mencionado. La aparición de la tecnología turbo híbrida en los motores pareció relegarlos un poco a punto tal que Vettel no logró una sola victoria en 2014. Fíjese qué diferencia con los 9 triunfos consecutivos de 2013, y los 13 de ese mismo año sobre un total de 19 carreras disputadas. Sin embargo Daniel Ricciardo con sus cuatro victorias dejó a salvo, en cierta forma, el año.

Sin embargo, después de un 2014 complicado, Red Bull vio marchar a Vettel, fichó a Daniil Kvyat y afrontó un campeonato 2015 donde el equipo austríaco no pudo ganar una sola carrera. No estaba mal pero los resultados no aparecieron y salvo algunos parciales, nunca pudo Red Bull darle a sus pilotos el medio que los pusiera en igualdad de condiciones con los dominadores Mercedes de Rosberg y Hamilton.

Red Bull Racing

Tras las primeras carreras de 2016, con el motor TAG Heuer, que ni más ni menos es Renault, se produce la decisión de Helmut Marko de reemplazar a Kviat por el joven talento holandés, Max Verstappen. Con mucho talento, aguantando el ataque de Räikkönen y con bastante de suerte por el choque entre los dos Mercedes en la primera vuelta, Verstappen ganó en su debut con Red Bull.

Ese logro pareció un soplo de aire fresco aunque otra vez la performance estuvo lejos del protagonismo de otros años. Ni siquiera la victoria de Ricciardo en Malasia pareció conformar, aunque en la Copa de Constructores el equipo terminó segundo. Lejísimos de Mercedes pero por delante de Ferrari y Williams, quienes lo habían doblegado un año antes.

El panorama de este año parece apenas algo diverso. Red Bull está consolidado como el tercer equipo, ha perdido terreno contra Ferrari y Mercedes, y más allá de la victoria de Ricciardo en Bakú, el rendimiento si bien no es malo, preocupa en algunos aspectos como por ejemplo la confiabilidad que ha parado a Verstappen en varias carreras.

Hoy, el desafío de Red Bull debería estar apuntado a lograr por parte de Renault algo más de potencia. Los franceses del rombo dicen que transitan el camino correcto, que buscan confiabilidad, que han probado y pasado con éxito ensayos de más de 500 kilómetros y son optimistas. El tema es saber cuándo Red Bull podrá percibir todo eso en sus autos.

Verstappen está fastidioso con tantos abandonos. Ricciardo es un talentoso que podría ir a otro equipo y está ganando, internamente, la batalla con su compañero de equipo.

En la parte técnica Newey diseñó un auto al que, aparentemente, mucho más no se le puede pedir. Las quejas de las primeras carreras respecto de los neumáticos quedaron en el pasado.

Christian Horner, que en su momento había criticado el camino tomado con los nuevos neumáticos y la interpretación de las reglas que hicieron, nunca más volvió a hablar del tema.

El chasis es bueno. Los pilotos también. Falta motor. Es lo que se escucha puertas adentro del equipo muticampeón de hace algunos años.

Aquí, quizás entra otro análisis. El tema de los motores es preocupante. Seguramente será motivo de otro análisis pero hay mucha diferencia entre Mercedes y Ferrari con el resto.

¿Qué podrá pasar con Red Bull? Uno supone que de estas situaciones se sale con mucho trabajo y dedicación. No soy de los que cree que peguen un portazo y se vayan. Así como en algún momento dominaron, descollaron y fueron campeones, hoy les toca otra posición más expectante y no tan protagonista. Cosas de una F1 cíclica donde si uno estudia la historia de las últimas décadas puede ver que los grandes ciclos duraron como mucho cinco años hasta que un ciclo nuevo con otro protagonista comience otra vez.

Mire. Me traslado a las últimas décadas. Dominio de Honda, con Williams en el 87 y McLaren en el 88/89/90/91. Dominio de Renault con Williams en 1992/93/96/97 y Benetton en 1995. Dominio de Ferrari en 2000/01/02/03/04. Renault 2005/06. De nuevo Renault en 2010/11/12/13. Mercedes 2013/14/15 sin olvidar sus momentos en 1998/99 y en 2008/09. En fin. Así es la F1. Y ese ciclo hoy liderado por Mercedes está amenazado por Ferrari. Por lo menos durante un par de años más esta tecnología es la que veremos y tendremos. Luego habrá otros motores.

Así y todo, en mi opinión por lo menos, uno puede suponer que Renault podría estar a la par en 2018 o como tarde 2019. Red Bull deberá ser paciente, motivar a sus pilotos, tratar de mantenerlos y apostar al mediano plazo. No veo otra alternativa. La rueda gira y hoy no le toca estar arriba de todo.

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