El eterno mandamás de la Fórmula 1 hasta el año pasado no lo puso fácil a Liberty Media para suplirle en el cargo. Tras varias décadas poniendo orden en un deporte tan complicado, el de Suffolk decidió delegar en la empresa con sede en Estados Unidos a sus 86 años, un acuerdo de más de 7.000 millones de euros.
Un año de pruebas
Bernie Ecclestone, cuando le preguntaron si habría tratado a la otra parte del mismo modo, confiesa que él habría actuado de otra manera: "Probablemente no. Les habría pedido que trabajasen conmigo durante un tiempo, esperar un año y entonces preguntarnos si había funcionado o no. En el caso de que no hubiera salido bien, les habría invitado a irse, o cualquier cosa." Lo cierto es que todo empezó siendo un relevo generacional más, pero a medida que avanzaban las negociaciones, la tensión en el ambiente era más que palpable.
Todo puede deberse a las dos estrategias tan dispares que se pusieron frente a frente. "Sin embargo, obviamente somos personas diferentes que dirigen compañías de manera distinta. Me parece que esta es mayormente la forma en la que trabajan las empresas americanas. Seamos sensatos: ellos compraron el coche, y querían pilotarlo", ilustraba Ecclestone en forma de símil.
Cree que lo hizo bien
"Creo que la gente se ha confundido un poco", confesaba el antiguo CEO de la F1 aludiendo a los comentarios de Chase Carey y el resto de personas que afirmaban que el negocio se había estancado por su culpa. "Estas personas han pensado y dicho, como Chase ha declarado, que yo no había hecho un buen trabajo en los últimos tres años. Yo creía que sí, de hecho la entidad de capital de riesgo CVC me dio la razón, ya que conseguí producir un billón y medio de dólares de ingresos, lo que hizo que sus acciones se revalorizasen. Quizás si lo hubiera hecho terriblemente mal, la gente podría haber comprado las acciones más baratas."
"Me han pedido que vaya a la mayoría de las carreras, incluso me han invitado, así que tendré que planearlo. Quizás asista al menos a la mitad de las carreras."