Claramente uno de los focos de esta nueva temporada de F1 es, y será, el tema de las suspensiones. A principios de año nos vimos sorprendidos por una carta a la FIA, emitida desde el equipo Ferrari, donde se ponía en duda la legalidad de suspensiones implantadas ya en el año 2016 por el dominante equipo Mercedes, que ha sido seguido por diferentes equipos entre los cuales se encuentra Red Bull.
Ante esta situación, previendo que en Melbourne se sucedan las protestas directas de unos equipos contra otros, el cúmulo de preguntas estos días se centra en estos elementos sospechosos. Han sido numerosos los jefes de equipo que ya han dado su visión acerca del tema. Ayer, durante la presentación de Toro Rosso, Franz Tost, jefe del equipo, dio a saber la suya. El austriaco ha querido dejar claro que desde Faenza no habrá ninguna protesta al respecto y se ha alejado un poco de la controversia.Estas eran las palabras del máximo responsable del equipo Toro Rosso: "No vamos a protestar, no entra en nuestra filosofía protestar contra otros equipos, nosotros peleamos en pista, no en los despachos". Para finalizar, también ha querido aclarar la legalidad de sus sistemas: "Nuestra suspensión cumple el reglamento, ya que no trabajamos en esos sistemas tan complicados, por tanto creo que somos 100% legales".
James Key prefiere esperar
En la línea de las palabras de su jefe, James Key, Director Técnico del equipo italiano ha dejado clara la línea que el departamento técnico de la formación llevará a cabo respecto a los términos de las suspensiones: "Creo que depende mucho de cómo las reglas acaben de aclararse, es uno de los puntos calientes del momento. Vamos a esperar a cómo se soluciona, ya que claramente todavía hay muchas discusiones. Creo que no es algo estrictamente prioritario ahora, lo prioritario es aclarar los fundamentos de este reglamento y ver en qué resulta el asunto, para después considerar nuestras opciones al respecto".
De esta forma, desde Toro Rosso han querido mostrarse cautos. Sus hermanos mayores, Red Bull, en cambio están en pleno foco de la batalla, habiendo sido señalados directamente por Ferrari a inicios de año. La controversia todavía no ha sido aclarada por la FIA, y si no se llega a un consenso antes de Melbourne se esperan protestas de unos equipos contra otros en la primera cita del año.
