
El, precisamente, americano, insta a la F1 a elevar su presencia en el mercado estadounidense. Considera que no hay mejor escaparate para la categoría reina que Norte América, y que no hay mejor mercado para explotar que éste.
Sobre ello ha estado hablando con la publicación digital Motorsport.com: "Necesitamos otra carrera en Estados Unidos, lo cierto es que Austin ha hecho un gran trabajo". El americano hace referencia al ferviente éxito que la prueba, celebrada en el Circuito de las Américas, está teniendo desde su vuelta en el año 2012. Austin no suele defraudar, las gradas se llenan y el espectáculo está asegurado en un circuito que apasiona a la mayoría de pilotos. Además, el evento se exprime al máximo con actividades complementarias, el pasado año vimos cómo la cantante Taylor Swift daba un concierto en la propia pista.
No es de extrañar, pues, que la voz de Brown no sea la única que se mueve en esta dirección. El nuevo gobierno de la F1, con el estadounidense Chase Carey a su cabeza, ya ha indicado en varias ocasiones la pretensión de extender el calendario con más pruebas en Norte América. En concreto, se ha hablado de ciudades como Nueva York o Las Vegas.
Y es que la F1, en cierto modo, ya ha iniciado su 'americanización'. Si antes comentábamos el éxito de Austin, no hay que olvidar la presencia americana que tenemos en parrilla. Sobre sus compatriotas de Haas, Brown proseguía: "Es genial que Haas esté en la competición, y estaría bien tener un piloto americano en posiciones avanzadas de la parrilla". De hecho, hace mucho que no vemos a un americano en la lucha por posiciones delanteras. El último que pisó el paddock fue Alexander Rossi, quien tras un periodo en Manor y fuertes rumores que le situaban en Haas, optó por marcharse a la Indycar. Categoría, por cierto, en la que no le ha ido demasiado mal, ganando las 500 millas de Indianápolis en 2016. Phil Hill, en 1961, y Mario Andretti en 1978 son, hasta ahora, los únicos campeones estadounidenses que la F1 ha dado.
Brown ha querido comentar, también, el impacto generado en los nuevos mercados a los que la F1 se ha expuesto en los últimos tiempos: "Necesitamos atar al público americano a la F1, y sin duda quedarán enamorados de nuestro deporte, como en cada nuevo mercado al que nos abrimos. Estamos yendo a mercados emergentes, lo cual está muy bien, pero al final Norte América es el más saludable y grande de los mercados".
En los últimos años, hemos podido ver como la F1 llegaba a nuevos horizontes. Corea se incorporó al calendario en 2010, e India le siguió al año siguiente. Ambas aportaron buenas carreras, pero la afluencia en los circuitos fue mínima y los proyectos acabaron por fracasar. Brown, tal vez con razón, hace hincapié en la seguridad del mercado estadounidense: "Hay mucha gente allí, mucha televisión, la economía es fluida. Simplemente es un gran mercado para el deporte. Creo que la F1 se puede hacer poderosa con el tiempo allí".