
"Hablamos de ciertas curvas, bordillos o adelantamientos, como el de Spa, en el que pasó Nasr por el exterior. Por supuesto, fue un adelantamiento bonito, pero no del todo sin peligro a 300 kilómetros por hora. Max no puede pensar que va a funcionar cada vez", explicó el holandés, que habitualmente acompaña a su hijo a cada Gran Premio para poder asesorarle y apoyarle de primera mano.
Max Verstappen, un piloto con muchos recursos
Por otro lado, Jos Verstappen admitió que en ocasiones teme que algo le pueda suceder a su hijo en las pistas de la F1, algo que está mucho más presente en la mente de todo el 'paddock' después del fatal accidente de Jules Bianchi en el Gran Premio de Japón 2014: "Cuando yo mismo corría, a veces pensaba en ello (el miedo), pero tu sabes que eres el que tiene el control. Ahora Max está corriendo y de vez en cuando pienso en ello de nuevo, especialmente en las pistas donde hay más peligro. Mira en Sochi, no están exactamente libre de peligro si nos fijamos en los accidentes que han sucedido allí. A veces me preocupo, pero Max está muy dispuestos a correr, así que espero que no le pase nada".
Además, el holandés explicó que Max Verstappen también es muy inteligente para lograr adelantar 'fácilmente' a otros pilotos: "Después de ese giro rápido que conduce a la chicane (en Suzuka), el coche rueda a la misma velocidad para ahorrar energía. Así que Max cambió la configuración, lo que significaba que el coche seguía acelerando en lugar de mantener la misma velocidad. Por eso que parecía tan fácil cuando pasó a (su compañero de equipo Carlos) Sainz. Max ya había pensado en esto él sí mismo antes de que se colocase detrás de Sainz. Esa es una habilidad extra que tiene Max".