
Brabham, quien se convirtió en el primer piloto de la historia de la Fórmula Uno en ganar el Mundial de pilotos con un coche que él mismo había creado, falleció el 19 de mayo, con 88 años, en Gold Coast.
Con las banderas ondeando a media asta en los edificios del gobierno -y cuyo ataúd fue adornado con su casco, su volante y la bandera a cuadros- se le recordó por un especial servicio a la Iglesia de Cristo de Southport.
Recordado por grandes autoridades
Entre los muchos presentes, estaban el Campeón de F1 de 1980, Alan Jones, y el Campeón de Supercoches V8, James Courtney.
A pesar de no poder asistir, el primer ministro, Tony Abbott, dejó su tributo diciendo: "Australia ha perdido a una leyenda. El señor Jack tuvo una vida edificante. Sirvió en nuestra fuerza de defensa, hizo historia en los circuitos y apoyó la lucha contra la degeneración macular. Los australianos siempre recordarán sus logros y su espíritu por ayudar a los demás".