Como bien señala Pirelli, además de por los reglajes del coche, el graining (un fenómeno siempre presente en la Fórmula 1) puede ser causado por las bajas temperaturas. En este Gran Premio de Australia no se han rebasado los 20ºC ambientales y los 27ºC en pista, una temperatura que se ha logrado a las 17:00, al inicio de carrera, con condiciones que se han ido enfriando progresivamente a lo largo de la carrera.
Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport:
"Estamos muy satisfechos con el rendimiento de nuestros neumáticos en esta primera carrera de la nueva era de la Fórmula Uno. Aunque el descenso de temperaturas ha causado algunos problemas ligeros de graining con el neumático delantero izquierdo en algunos coches, no han sido especialmente graves y, realmente, no han afectado a la durabilidad. En la mayoría de los casos, ha desaparecido a medida que se realizaban más vueltas. El compuesto medio, que se ha utilizado mayoritariamente al final de la carrera, ha cubierto prácticamente la mitad de la distancia total recorrida para muchos pilotos, y lo ha hecho de forma muy consistente. Todos los equipos tienen el mismo desafío y estamos todavía al comienzo de la temporada, donde los ingenieros trabajan para maximizar el chasis y el paquete de rendimiento de los neumáticos".
La previsión estratégica de Pirelli:
"Debido a que la mayor parte de la clasificación se celebró con lluvia, era difícil de predecir una estrategia exacta con certeza. Teóricamente, dijimos que se empezaba con el blando, para cambiar a blando de nuevo en la vuelta 23, y luego a medio en la vuelta 51. Pero el coche de seguridad al principio de carrera ha cambiado el orden ligeramente: la primera parada de Rosberg a blandos se ha producido en la vuelta 12 y la última parada en la vuelta 38, a medio. Todos los pilotos del top diez han usado la estrategia blando-blando-medio, con la excepción de Daniil Kvyat en el 10º, con blando-medio-blando".