
"Hasta mi visita a los test de Baréin, fui crítico", comentó el expiloto, que actualmente se recupera después de romperse el brazo en un accidente de esquí. "Al principio, lo vi todo demasiado técnico, demasiado complicado para los aficionados, pero necesito replantearlo. Esto es F1 pura. Los coches son 20 kilómetros por hora más rápidos en las rectas y también tienen una potencia real en la salida de las curvas. Las críticas [respecto al sonido de los motores] llegan principalmente de gente que no los ha escuchado".