
Paul Hembery, director de Pirelli Motosport:
"Se trata del cambio de reglas más radical que se ha producido en la Fórmula Uno moderna, por lo que hemos tenido que crear un conjunto completamente diferente de neumáticos para la nueva dinámica de los coches de 2014. Las pruebas de pretemporada han demostrado el reto que supone para todo el mundo estas nuevas normas, pero hemos trabajado muy duro durante todo el año pasado y durante el invierno para llegar a una gama completamente nueva, diseñada específicamente para estos coches de última generación, que ofrece nuevos compuestos y construcciones que reducen su degradación, manteniendo el mismo nivel de rendimiento. Como resultado, esperamos entre dos o tres paradas en boxes en Melbourne, aunque tan sólo podremos realizar predicciones más exactas después de los entrenamientos libres. La primera carrera de la temporada siempre es impredecible, pero eso es más cierto que nunca en este 2014".
Jean Alesi, embajador de la marca Pirelli:
"Siempre me ha gustado Albert Park: para un piloto ofrece algunos elementos de un circuito urbano como Mónaco, pero también algunos elementos de circuitos más tradicionales, como Barcelona. Pero este año, Melbourne será incluso más desafiante. Con el regreso de los turbos, la Fórmula Uno experimenta una transformación radical, tanto en términos de tecnología, como de estilo de conducción. Hay más par motor en aceleración y en la salida de las curvas, lo que significa que los neumáticos tienen que ser resistentes al deslizamiento de las ruedas y a las aceleraciones laterales. Los pilotos deben tener todo esto en cuenta, y asegurarse de que no aceleran demasiado y hacen derrapar el coche".
El neumático desde el punto de vista del circuito:
"Melbourne, que acoge el Gran Premio de Australia desde 1996, cuenta con una superficie de poco agarre y bastante deslizante; algo que hace aumentar los derrapes y, por tanto, el grado de degradación de los neumáticos.
El frenado es otro elemento importante en Melbourne. Hay una serie de zonas de frenada intensa, donde los picos de fuerza de deceleración alcanzan los 5G. Esto puede provocar que las ruedas se bloqueen, y se produzcan planos en los neumáticos, lo que conducirá a un desgaste desequilibrado y desigual.
Este año, hay un nuevo sistema de frenos, que ajusta la presión de frenado suministrada a las ruedas traseras para compensar el efecto de los nuevos sistemas de captación de energía. Esto también tiene un cierto efecto en los neumáticos traseros. Hay nueve áreas de plena aceleración en pista, dónde los coches demuestran toda su potencia (760CV). A menudo, las ruedas patinan y aumenta la degradación.
Este año, se ha reducido el downforce aerodinámico; algo que también tiene un efecto sobre los neumáticos. Un mayor deslizamiento puede causar un desgaste irregular y graining, a pesar de que, por lo que se ha visto durante las pruebas de pretemporada, se ha reducido este fenómeno y ha desaparecido el blistering, incluso con la comentada pérdida de carga aerodinámica.
El neumático trasero izquierdo es el que más trabaja en Melbourne, con 10 curvas de derechas y seis de izquierdas. Las fuerzas longitudinales sobre los neumáticos son más importantes que las fuerzas laterales.
El año pasado, Kimi Raikkonen ganó la carrera desde la séptima posición de parrilla, utilizando una estrategia a dos paradas: superblando, medio, medio. Esto fue crucial para su victoria, ya que el resto de los seis primeros clasificados pararon tres veces".