"Estamos siendo prudentes, cuidadosos, y tratando de no sonreír por la distancia que logramos realizar en Baréin, o el rendimiento que logramos. Estamos sonriente por milésimas de segundo, y luego pensando mucho y currando para asegurarnos de que entendemos los problemas", explicó Cowel en declaraciones en exclusiva a Autosport.
Incertidumbre ante el GP de Australia 2014
Además, con la regla por la que otorgará el doble de puntuación en el último GP del año y teniendo en cuenta el gran margen de mejora que tienen los actuales diseños, en Mercedes son muy conscientes de que lo más importante no será empezar bien la temporada, sino mantener una buena competitividad durante toda la temporada: "Es imposible decir cuál es nuestro estado de preparación. Y esta es una implacable campaña en curso para empujar las cosas más duro, aprendiendo, y asegurándonos de que las contenciones que has adoptado durante el fin de semana minimizan el riesgo. Así que hay un gran impulso para Melbourne, pero somos muy conscientes de que no va a ser hasta la última carrera cuando cualquiera de nosotros va a tener la satisfacción del Campeonato del Mundo".
Sin duda, los equipos motorizados por Renault son los que más problemas han vivido durante las pruebas de invierno. Sin embargo, cuanto serán capaces de mejorar en la marca del rombo hasta el primer GP de la temporada es una incógnita. Por ello, Cowel cree que es pronto para descartar a equipos que hasta el momento no han podido completar simulaciones de carrera: "A menudo tenemos sorpresas en Melbourne. Hemos visto coches sufriendo para hacer una distancia de carrera en las pruebas de pretemporada, pero luego logran terminar la primera carrera en el podio. Lo hemos visto innumerables veces y puede volver a ocurrir. Melbourne es un paso muy emocionante en este nuevo mundo de la F1 híbrida. Realmente no sé cómo va a desarrollarse".
