
La policía, por su parte, ha revelado que la investigación progresa adecuadamente y ha adelantado que la velocidad a la que esquiaba el káiser no fue la causa del accidente.
La fortuna, clave en determinadas situaciones
El austriaco cree que el incidente del ex piloto de Mercedes se debe tomar como cosas del sino:"Eso es el destino, nada más. Lo sé por experiencia personal, ya que tuve un accidente de coche, sufrí una fractura en el cuello y tuve la enorme suerte de que tenía detrás mio un coche con todo el equipo de supervivencia y dos médicos de urgencias de Alemania dentro. Ellos habían girado hacia esa carretera porque querían ir a comer. Eso me salvó la vida".
"Al igual que no se puede evitar una caída mientras esquías en la cual se golpeó la cabeza contra una roca. Hay algunas cosas sobre las que no puedes influir", añadió el austriaco, que también dijo que es "completamente absurdo" sugerir que el ex piloto de F1 asumió riesgos mientras esquiaba en Méribel.