
La actual reglamentación de la F1 prohíbe probar los los nuevos propulsores con un monoplaza de F1, pero no dice nada sobre probarlos con otro vehículo. Así, la marca del rombo habría utilizado un monoplaza de la Fórmula Renault 3.5 en el trazado de Magny Cours para poder obtener los primeros datos en pista sobre la fiabilidad y potencia de sus nuevos motores.