Además de contar con motores más pequeños, los coches del año que viene también serán más pesados, tendrán menos fuerza aerodinámica debido a los importantes cambios justo en ese área y, probablemente, contarán con unos neumáticos Pirelli diseñados de forma más conservadora y selecta. "Odio ser alarmista, pero no me sorprendería que un coche de GP2 sea igual de rápido que un F1. Solo has de hacer cálculos simples para ver que esto podría ocurrir, al menos al comienzo de la fase de desarrollo en F1. Algunos están preocupados con esta posibilidad", comentó Scalabroni al periódico El Mundo Deportivo.