
Según esa misma fuente, diez de los once equipos se habrían mostrado reacios al cambio en una reunión previa al Gran Premio de Hungría a pesar de que incrementar el tamaño del neumático para la próxima temporada, como había propuesto Pirelli, hubiera facilitado que el neumático soportara mayor carga que el actual. Ese ha sido uno de los problemas que las gomas italianas han sufrido durante la actual temporada.
Demasiadas implicaciones
Con los tests de pretemporada comenzando en enero y los coches de 2014 en plena fase de diseño, una modificación de estas características hubiera supuesto un auténtico quebradero de cabeza para los equipos al tener que replantear el diseño de sus monoplazas, con el consecuente perjuicio económico que supondría.
Aumentar el diámetro del neumático se traduciría un cambio en la altura del monoplaza en 1,5 centímetros llevándolo por encima incluso de la que se usa con los neumáticos de mojado (de 67 cm. de diámetro por 66 de los de seco) para prevenir el aquaplaning, alteraría el equilibrio aerodinámico del monoplaza que ha sido diseñado para gomas más pequeñas además de afectar a las suspensiones traseras.