Los neumáticos. Esa es y ha sido la gran incógnita, de momento, para los equipos de la actual parrilla. Con una superficie más blanda y una forma más cuadrada que los de 2012, los neumáticos de este año están siendo un quebradero de cabeza para muchos pilotos. Tras completar la primera semana de test en Jerez, los equipos no pudieron sacar demasiadas conclusiones,
ya que el trazado andaluz es demasiado abrasivo con los neumáticos. Pero, una vez en Barcelona, el tiempo hizo de las suyas y la lluvia y las bajas temperaturas no dejaron ver el potencial real de las gomas de 2013. Por eso, los equipos llegarán a Australia con cierta incertidumbre respecto a los compuestos. La degradación es elevada y parece que habrá muchas paradas en 'boxes'. Además, en Australia se espera calor y altas temperaturas...
"Este año será más fácil para los equipos entender nuestros neumáticos. Esta temporada ha arrancado como la anterior, pero esta vez los equipos están mejor armados para encontrar los reglajes que mejor convenga a los neumáticos. De todas formas, habrá que esperar siete u ocho carreras para tener una idea precisa sobre la jerarquía en la parrilla", explica Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport. Por otro lado, la marca italiana termina su contrato con la F1 este año, y quiere saber cuanto antes si seguirán suministrando los neumáticos. "Queremos seguir en F1 con la condición que de el acuerdo sea equitativo desde el punto de vista comercial. Las discusiones continuarán y esperamos recibir una respuesta lo más pronto posible", añade Hembery.
