
Pero el tono de sus comentarios cambiaron radicalmente esta semana, cuando Hartstein comunicó a sus casi 8.000 seguidores de Twitter que estaba "muy molesto y con motivo" por haber perdido su trabajo. "Tendría que iniciar una cruzada para tener algunas respuestas, o que me devuelvan mi trabajo, o que dejen que el mundo sepa lo que de verdad ocurre en la parte médica de la FIA. Que quede claro: no estoy triste, estoy muy enfadado. Y eso es malo. No sé cómo ni cuándo, pero se acerca una tormenta cargada de nubarrones. ¡Esto va a ser una jodida bomba!"