"Veamos el ejemplo de Mónaco. En Q2 hubo diez coches en tres décimas de segundo. Sí, puedes equivocarte con los neumáticos, y eso probablemente te lleve de la primera posición a la quinta fila. Cuando lo comparas con la 'pole' del año pasado, que se consiguió con un margen de cinco décimas, hay una pequeña diferencia. Creo que el público debe prestar más atención a la competitividad que hay este año y a que el mínimo error se paga muy caro. Si entras al 'pit lane' en el momento equivocado, tendrá un gran efecto, o si cometes el más mínimo error en la pista, te vas directamente a la parte de atrás de la parrilla", añade Hembery.
Hembery también ha comentado que ellos pueden diseñar unos compuestos que se degraden menos, pero eso no fue lo que se les pidió en un principio: "Sabemos que hemos hecho un movimiento atrevido al diseñar los neumáticos más duros en compuestos más blandos. Sabíamos, por la experiencia del año pasado, que solamente los dos mejores equipos eran capaces de explotar al máximo los compuestos más duros, lo que penalizaba al resto de los equipos de la parrilla. Teníamos que frenar eso, ya que hemos de mirar por los doce equipos, no solo por los dos mejores. Si el deporte y los equipos quieren que diseñemos neumáticos que apenas se degraden y que solamente tengan que realizar una parada en 'boxes', podemos hacerlo sin ningún problema. Pero eso no es lo que se nos pidió. Nosotros solamente estamos siguiendo las peticiones de los equipos".
El talento del piloto marca la diferencia
Sin embargo, Pirelli ha recibido muchas críticas que alegaban que ahora los neumáticos, y no los pilotos, son quienes deciden qué pilotos están arriba. Pero Hembery no está de acuerdo: "Todavía se está conduciendo en la categoría reina del motor y eso se debe a las habilidades de un piloto. Si se quiere un cambio filosófico se deberían modificar las reglas de los motores y de los neumáticos e ir al máximo. Pero ya vimos eso en el año 2000 y los espectadores apenas lo apreciaron. Si quieren que el deporte crezca, hay que crear excitación e interés para el público general, y eso es lo que estamos intentando hacer con las ruedas: dejar abierta la competición para hacerla más estimulante".
"Pero nunca hay que subestimar a los pilotos. Analicemos la Q3 de Mónaco. Cualquiera que viera la vuelta que hizo Michael Schumahcer pudo ver compromiso. Fue una conducción extraordinaria. No todo el mundo puede hacer eso. Todavía se consigue con un talento extraordinario del piloto. O veamos la victoria de Pastor Maldonado en Barcelona. Tuvo a uno de los pilotos más sofisticados detrás de él, tratando de ganar el GP de casa, y mantuvo los nervios, la calma y logró alzarse con la victoria. Así que sí, los pilotos siguen teniendo un gran impacto en los resultados", añadía el director de Pirelli.