Según ha informado el diario La Repubblica, los responsables de la empresa encargada de la explotación del autódromo de Monza se han visto envueltos en un escándalo de facturación falsa entre 2007 y 2012 en la que se les acusa de la emisión de facturas inexistentes, entradas gratuitas e irregularidades en el funcionamiento del servicio de catering del circuito.
Con motivo de la investigación, la policía fiscal italiana, Guardia di Finanza, irrumpió este martes a primera hora de la mañana en las oficinas del Autodromo Nazionale di Monza con el objetivo de revisar y archivar tanto los documentos existentes como los equipos informáticos de siete personas, incluidos los directores Enrico Ferrari y Beghella Bartoli, cuyas casas también han sido registradas.