Según ha informado el diario
La Repubblica, los responsables de la empresa encargada de la explotación del autódromo de Monza se han visto
envueltos en un escándalo de facturación falsa entre 2007 y 2012 en la que se les acusa de la emisión de facturas inexistentes, entradas gratuitas e irregularidades en el funcionamiento del servicio de catering del circuito.
Con motivo de la investigación, la policía fiscal italiana, Guardia di Finanza, irrumpió este martes a primera hora de la mañana en las oficinas del Autodromo Nazionale di Monza con el objetivo de revisar y archivar tanto los documentos existentes como los equipos informáticos de siete personas, incluidos los directores Enrico Ferrari y Beghella Bartoli, cuyas casas también han sido registradas.
Se desconoce si afectará al futuro del Gran Premio
El proceso, dirigido por los fiscales Walter Mapelli y Caterina Trentini, continuará durante los próximos meses y aún
es una incógnita si afectará a la presencia del circuito en el calendario de Fórmula 1. El contrato del evento, que se celebrará el próximo 9 de septiembre, se alarga hasta 2016.